La colonización del oeste a finales del siglo XIX es un violento periodo de la historia norteamericana. Ha inspirado un popular subgénero literario y cinematográfico, el western, con desiguales resultados en ambos lenguajes: mientras en el cine conviven las obras maestras con películas de ínfima categoría, en literatura hay una aplastante mayoría de productos de consumo de poco nivel, repletos de clichés y estereotipos, escritos con un estilo comercial y poco cuidado.
Hall (San Diego, 1920-2008) decidió acabar con eso y escribió la excelente Warlock (1958), una trepidante novela moral de aventuras, probablemente la mejor del oeste jamás publicada. Bad Lands (1978) es notablemente inferior pero aún así más que aceptable. Cuenta la lucha por la tierra en un territorio de Dakota, año 1883. En el rincón más libre del país más libre del mundo, los Hardy representan el inmovilismo aristocrático, y Lord Marchray la búsqueda del progreso. Livingston, un político neoyorkino que busca escapar de una tragedia familiar se unirá al segundo.