Indridason. La mujer de verde

INDRIDASON_Mujer_de_verdeBastante buena esta novela de Indridason. Aparecen en una colina unos huesos humanos que pueden llevar ahí cuarenta años. A Erlendur el tiempo no le importa y hay que saber qué pasó cueste lo que cueste. Paralelamente vamos sabiendo cosas de una familia que vivió cerca hace aproximadamente ese tiempo y del dueño que les alquiló la casa. El presente recorre la investigación y los problemas familiares de Erlendur, de los que llegamos a conocer sus orígenes. Todos estos frentes están bien dosificados y entrelazados con suma habilidad.

La historia es de una violencia silenciosa pero brutal, y no solo física o, mejor, sobre todo no física. Un libro sobre el miedo. Tiene el efecto de sobrecogernos porque es tremendamente plástico y realista. Sus personajes están llenos de vida, aunque se trate de una vida que prefieres ver lejos de ti. En esta cuarta novela del ciclo (segunda de las traducidas en España) sabemos por fin además qué pasó con el matrimonio de Erlendur (y qué hay tras la relación que tiene con sus hijos) y qué ocurrió con su hermano cuando eran niños.

Erlendur es un personaje estrafalario, un policía de espesas cejas que siempre parece tener la mente en otro sitio, vestido de modo desastrado, un sabelotodo que anda buscándose extrañamente a sí mismo y que llena su existencia volcándose en el trabajo.

Probablemente uno de los dos o tres mejores autores actuales de novela negra. Y quiero decir absolutamente, no sólo entre los nórdicos.

Connelly. Cuesta abajo (Bosch, nº 17)

CONNELLYHe comentado ya tantas novelas de Connelly (búsquese por autor) que no me quedan más cosas por decir. Boch es para mi como un viejo amigo al que estoy acostumbrado. Hace ya tiempo que no me emociona, como los viejos matrimonios, pero le estimo y le soy fiel. Como mínimo sé que me entretendrá un rato con una dosis de calidad media-alta y el punto justo de realismo violento imprescindible en los menesteres en los que se ocupa.

En este capítulo 17 de sus peripecias le encontramos en la Unidad de Casos Abiertos/No Resueltos y le quedan cinco años de vida activa en la Policía de Los Angeles. Dos casos: investigar la muerte del hijo de un viejo conocido, Irving, (“o bien todas las personas cuentan, o bien no cuenta ninguna”) y un turbio asunto de drogas con muertes de por medio.

Bosch en su cruzada contra el mal, Bosch adrenalítico, Bosch y su “libro de asesinato”. Su actual compañero, la antigua (Kiz), el comienzo de un nuevo romance, su hija que va creciendo. Tejemanejes políticos y dosificación de la verdad, prácticas de las altas esferas que no tienen nada que hacer con Bosch. Lo de siempre, pero bien.

Chandler. Adiós, pequeña

CHANDLEREn Adiós, pequeña un tipo gigantesco sale de la cárcel y busca a su antiguo amor y a quien le denunció. Al mismo tiempo, un gigoló estafador es asesinado mientras se dispone a recuperar un collar de jade. Marlowe de por medio en dos casos que terminan siendo uno.

Nuestro detective es el de siempre: su pipa, su botella, sus flirteos, su cabezonería y su intuición. Y su lengua. Esta novela, más que otras suyas, es de una esgrima verbal agotadora. En la novela hay mucha gente a la que molestan los chistes continuos de Marlowe, que terminan por hacerse cargantes al lector más entregado.

Joyas, drogas, whisky, estafas, asesinatos, corrupción policial. Se me ha hecho pesada. A la mitad mi principal interés era que terminara de una vez. Muy por debajo de El sueño eterno y de El largo adiós. Va a resultar que su calidad no es tan constante como ocurre, por ejemplo, en Hammett.