Child. El inductor (Jack Reacher, VII)

inductorLa novela negra inventó el mundo en gris y repartió las mismas cartas para todos. Los buenos dejan de estar limitados por la ley y pueden enfrentarse a tipos sin reglas con sus mismas armas. Jack Reacher fue policía militar y ahora va por libre. Sigue en el lado correcto pero hace todo a su modo, y más cuando hay una cuestión personal por medio.

Esta novela de horrible título es la séptima de la serie y enfrenta a Reacher con un líder criminal del tráfico de armas. Ya se conocían cuando el segundo trabajaba para el contraespionaje norteamericano y asesinó a una colaboradora de Reacher.

Reacher es un buen personaje, que suele ser la clave de este tipo de libros. Es independiente y absolutamente letal. El libro va a doscientos por hora desde la página uno. No hay ninguna duda de como va a acabar la historia, pero Child convence y seguimos con él hasta el final.

Un notable.

Don de lenguas. Ribas-Hofmann

RIBAS_Don_de_lenguasSéptima novela de Ribas, escrita esta vez a cuatro manos con Sabine Hofmann, y primera que publica en Siruela. No pertenece a su serie de la comisaria Weber-Tejedor pero también hay crimen de por medio.

Estamos en Barcelona, años 50, pleno franquismo. Aparece muerta una viuda de la alta burguesía. La periodista Ana Martí se hace cargo del asunto en su periódico, es su gran oportunidad profesional. Con la ayuda de una prima filóloga y de un joven abogado, también pariente, irá desentrañando por su cuenta un turbio asunto que implica a autoridades del régimen.

El libro está bien, como la otra novela de la que les hablé de esta autora.

El asunto criminal es correcto, con la dosis justa de morbo, sin pasarse, tiene emoción y suspense aunque es algo convencional: desde el principio se intuye que hay peces gordos que quieren silenciar el asunto por algún motivo personal.

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De Giovanni: la primera de Ricciardi

Siguiendo la recomendación de Pilu en esta entrada, he buscado el primer libro del comisario Ricciardi, y me ha gustado. Lo mejor es el personaje, aunque el caso también está bien. Años 30, Nápoles, fascismo italiano. Ricciardi ve a los muertos y tiene acceso a sus últimas palabras antes de morir. Está es la ambientación y la premisa. A partir de ahí De Giovanni construye un personaje algo misterioso y de fuerte personalidad (gomina y tupé hacia atrás, ojos verdes casi transparentes, complejo, atormentado, taciturno, solitario, que casi nunca sonríe) y alta competencia. A su lado el colaborador genial y por encima el jefe inútil. Es rico, no tiene amigos y ama sin esperanza a una mujer. Es impenetrable, febril, extravagante y nunca lleva armas. Una ciudad con zonas muy pobres donde impera la ley del silencio, unos políticos que quieren que nada malo ocurra en su régimen (independientemente de lo que pase en la realidad) y un policía vocacional con las ideas muy claras: el hambre y el amor están detrás de todas las infamias. Policía científica versus sensaciones.

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