Golf como los pros

El golf consiste en un 95 % en dominar un solo movimiento, el swing, y un 10 % en aprender una serie de técnicas y reglas. Al menos es la idea que me he hecho hasta ahora. Todo el mundo habla de la importancia de la naturalidad, la fluidez y de la consistencia del swing pero no hay movimiento más complejo y menos natural. Eso explica que haya cientos de libros que lo analizan. No exagero, cientos.

Estos días he elegido uno: Juegue al golf como los pros, de Edward Craig. Está bastante bien y me ha sido útil. analiza todos los aspectos de juego poniendo a un profesional como referencia. Hasta 50. Una pequeña biografía y 4 viñetas con fotos. Sencillo y claro, imposible no sacar un montón de cosas de él. Es bastante reciente, de 2007 y editado por Tutor.

Sangre, crimen y balas

El otro día me topé en la biblioteca pública con Sangre, crimen y balas, un libro de Ray Collins sobre novela negra. Es breve, está lleno de fotos, pésimamente traducido y, asombroso, todo el fondo de la parte con texto no es blanco, sino con unos circulitos grises diminutos, como si quisieran hipnotizarte mientras lees. A pesar de todo esto, le eché un largo vistazo. Tiene un capítulo inicial histórico, que vale como introducción al género, y luego repasa a unos 20 autores, 18 de ellos norteamericanos. Lógicamente, destaca a Hammett, Chandler, Thompson y McDonald. También al Hammer de Spillane y los libros de Hadley Chase (en realidad, británico). Me he apuntado algunos títulos que no conocía y, según él, muy importantes (El pequeño César, de Burnett, Eleven mi horca, de Homes, y alguno más). El libro acaba con una lista -en inglés- de pelis fundamentales de género negro.

 

Para ser novelista

John Gardner es profesor de literatura creativa en varias instituciones académicas americanas. Dirige talleres literarios donde intenta enseñar a escribir, si eso es posible.

Para ser novelista es un libro estupendo sobre los entresijos de la escritura y la vocación del artista. Consigue explicar con claridad conceptos complejos y ayuda a valorar el trabajo que hay tras una buena novela.

Se divide en cuatro capítulos.
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