Volpi

No será la tierra, de Jorge Volpi, es un libro que lei en 2006. Esto es lo que se escribe hoy en sudamérica.

En busca de Klingsor mereció en 1999 el Premio Biblioteca Breve y situó a Volpi a la cabeza del llamado grupo del crack, formado por jóvenes escritores mejicanos. Se trataba de una novela ambiciosa, original e impactante que integraba investigación histórica e intriga y reunía sólidos personajes y estilo de calidad. El fin de la locura, en 2004, no estuvo a la altura de las expectativas. La trama no terminaba de sostenerse y el desquiciameiento sexual de algunos personajes resultaba grotesco y aburrido. Con No será la tierra cierra una especie de trilogía sombría del S. XX: es esta ocasión ha trabajado más pero el resultado vuelve a quedar por debajo.

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Hispanoamericana


En 1994 me puse a leer en serio literatura hispanoamericana. En 4-5 años lei lo fundamental y lo he ido completando a un ritmo menor. Estos últimos años la tengo un poco descuidada.

Este es mi canon sudamericano particular. No aporto nada original mencionando a los ocho primeros, aunque son menos conocidos (y me extraña siempre) Monterroso y Arreola. Son autores a los que he leído casi completos (salvo las novelas eróticas de V. LLosa y lo que me queda de Borges), y creo que entre sus páginas está en 80% de lo mejor que se ha escrito en castellano en el S. XX.

Los cinco últimos los tengo en otro nivel, aunque al menos hay que leer la obra que les cito. A Onetti me gustaría leerlo más.

Borges Ficciones
Cortázar Todos los fuegos el fuego
García Márquez Crónica de una muerte anunciada
Monterroso Obras completas y otros cuentos
Arreola Confabulario definitivo
Rulfo Pedro Páramo
Ribeyro Los gallinazos sin plumas
Vargas LLosa La fiesta del chivo

Denevi Rosaura a las diez
Ibáñez Langlois El libro de la Pasión
Bryce Echenique Un mundo para Julius
Quiroga Cuentos de la selva
Onetti Un sueño realizado

Quizás lo más interesante de esta lista son las (mis) exclusiones: Sábato, Fuentes, Bioy, Donoso, Bolaño, Mutis, Lima, Carpentier, Cabrera Infante, Asturias, Roa Bastos, Benedetti, Marechal, Neruda, etc. Y no digamos los jóvenes, que conozco menos pero que creo que están muy a otro nivel. Por debajo.

Lectura y felicidad

Me considero esencialmente un lector. Como saben ustedes, me he atrevido a escribir; pero creo que lo que he leído es mucho más importante que lo que he escrito. Pues uno lee lo que quiere, pero no escribe lo que quisiera, sino lo que puede.
(…) Al principio, ciertamente, yo sólo era un lector. Pero pienso que la felicidad del lector es mayor que la del escritor, pues el lector no tiene por qué sentir preocupaciones ni angustia: sólo aspira a la felicidad. Y la felicidad, cuando eres lector, es frecuente.

Borges. Arte poética, seis conferencias (1968)