Plomo en los bolsillos. Izagirre

IZAGUIRRE_PlomoEl Tour es una carrera por la que tengo debilidad. Todos los libros al respecto hablan de lo mismo, de las mismas historias, pero este periodista de San Sebastián aporta detalles jugosos y las hace de nuevo interesantes. Es un libro bien escrito por un auténtico pirado por el Tour: lo que nos gusta leer a otros pirados.

L’Auto y el cruel Desgrange, le patron; el grito de Lapize en el Aubisque (1910); Vicente Blanco y Vicente Trueba; los hermanos Pélissier; Coppi y Bartali (y su participación en la salvación de 800 judíos en la 2ª GM); el argelino Zaaf; los suizos Kübler y Koblet; los 30 minutos de Walkowiak (en dos escapadas, Tour del 56); Poulidor, el eterno segundón y el talentoso y calculador Anquetil; 1967, la inevitable historia de Simpson y el Ventoux; Ocaña y Merckx; Fuente, el Tarangu; Hinault y Lemond; Delgado e Indurain; Armstrong.

Me apunto de la bibliografía dos libros en francés que no conocía, los de Lang y Quéret.

Enric González. Historias de Londres

GONZÁLEZ_LondresEste libro no cuenta su trabajo de corresponsal del País y poco (para mi gusto) de lo personal, aunque el escritor quede bien retratado. Es un libro sobre Londres escrito con conocimiento y amor y narrado con sencillez y eficacia. Lo toca todo: el fútbol, los políticos, la iglesia, las finanzas, los barrios, el sistema sanitario, las cloacas, los pubs, la historia, la comida, la familia real, los periódicos o las cervezas. Retrata muy bien el carácter británico. Se mete a fondo en cuestiones que le interesan, como la historia de Jack el Destripador o el fenómeno Barrie-Peter Pan.

Me ha gustado mucho, y eso que no he estado allí nunca (ni hay visos de solucionarlo a corto o medio plazo). Solo me ha sobrado un poquito la profusión de nombres de calles y lugares y me hubieran gustado más historias de personas en el presente.

He conseguido el de Nueva York y buscaré el de Roma.

Una agradable sorpresa.

Al otro lado. Diarios de García Martín

GARCIA_MARTIN_Al otro ladoÚltima entrega hasta ahora de los Diarios de García Martín. 42 semanas (IX.2010 a VI-2011), textos ya publicados a razón de un artículo cada domingo, compuesto cada uno de cuatro o cinco entradas más o menos relacionadas. Fiel a sus temas y opiniones. Encuestas a sí mismo, lecturas (“No soy nadie sin un libro bajo el brazo»); se confiesa cada vez con menos orgullo y más vanidad; amor, política, viajes; discutir, tener razón, la lógica, hechos y opiniones; siempre el verso adecuado a mano (supongo que los párrafos de novelas que cita sí los leerá y copiará); ciudades, fantasmas, puentes; sus enemigos de la revista La fiera literaria.

Dice que el diario es un género en el que cabe todo, salvo el aburrimiento. Y lo cumple.

En la entrevista que se incluye al final se le describe como tímido con talento, niño juguetón y lúdico ficcional. Y se dice que en estos diarios la intimidad brilla por su ausencia, que tienen más un aire de crónica. García Martín responde que “casi nunca hablo en serio, salvo cuando hablo en broma”.