San Camilo 1936. Cela

CELA_ S. Camilo 1936Potente novela sobre el día del alzamiento en Madrid. Tres largos capítulos y casi doscientos personajes (aunque la técnica y el punto de vista son diferentes a los adoptados en La colmena). No hay puntos y aparte pero por lo demás se respeta el castellano. Un narrador se dirige en segunda persona a uno de los protagonistas, las historias van cruzándose, se intercalan anuncios y noticias de los periódicos, se incluyen diálogos y monólogos. El conjunto es atrevido formalmente pero no confuso ni incomprensible. Refleja muy bien la vida junta, todo al mismo tiempo, lo grande, la Historia, y lo pequeño.

Esto es España según Cela. Curas, banderilleros, guardias civiles, casas de socorro, políticos, periodistas, bares, burdeles, copas de coñac, rosarios, maricones, putas, pedos, tacos, inscripciones en las paredes de un retrete del cine. Todo muy procaz y muy Cela. El componente oral-coloquial está muy bien inserto en el discurso, y he vuelto a recordar expresiones que oía a mi abuela como “se conoce que”, “..¡al tiempo!”, “…que venga Dios y lo vea”. Las anécdotas y golpes graciosos se suceden al mismo ritmo que las innumerables escenas de cama. Todo contado con esa prosa macho, que diría Umbral, tan característica de nuestro nobel.

Es una novela sobre lo español, con un importante componente discursivo-filosófico-sociológico, aunque se ponga en boca de algún personaje.

Aquí la gente tiene poca instrucción y malos sentimientos, los ricos saben coger el tenedor muy finamente pero no leen un libro aunque los aspen, los de en medio cogen peor el tenedor y leen algún libro, lo que pasa es que no se enteran, y los pobres comen con las manos, cuando comen, y no saben ni leer, ¡usted dirá!

A la gente cuando se pone nerviosa le importa menos tener razón que hacer prevalecer su deseo, por disparatado que fuere, y la gente está nerviosa y va camino de no importarle tener razón.

Como diría Forges, ¡qué país!

Artículos de Bejarano

BEJARANO_Manual-lectorBejarano es poeta y escritor jerezano, un hombre culto y respetado del milieu y vigoroso y abundante articulista. Este libro de informe título recoge algunos textos suyos sobre el mundo de las letras. Cincuenta en concreto, agrupados en cinco epígrafes: Cultura (élite, aristocrática, el mecenazgo, la opinión pública..), el libro (el día del libro, la feria, prestar libros,..), El escritor (el trabajo de escribir, los premios, los congresos, los inéditos,..), El lector y Revistas y periódicos.

Todo lo que dice es con sentido y lo dice bien. El tono general quejumbroso (“Me quejo de que la lectura y la escritura me han dado acceso a conocimientos íntimos que me hacen con frecuencia infeliz”) termina cansando un poco, pero es difícil encontrar peros a la mayoría de sus argumentos.

Una lectura valiosa en que la he anotado varias cosas, como esta defensa del poder del libro:

La perversión está en la belleza. Las palabras tienen atractivo y seducen. Sade es perverso porque sus argumentos hacen creíble lo que cuenta y puede convencer, por la seducción de las palabras y de los razonamientos, de su verdad. Un chiste verde o una copla carnavalera son exabruptos, bromas, que no convencen a nadie ni tratan de hacerlo. El Marqués si. Por eso la literatura es tan peligrosa y tan poderosa.

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Iribarren. Diario de K.

IRIBARREN_DiarioEstupendo este libro de Iribarren, su primero de prosa, diario en sentido amplio, colección de aforismos más bien. A mi me ha caído fenomenal, como me pasó con Uriarte (más propiamente diarista, más sofisticado y matizado) y Eder (más propiamente aforista y menos pesimista), mi trilogía vasca (viva) desde ahora.

Les dejo aquí una amplia selección de sus pensamientos. El orden y la selección por temas es mía y muy matizable. Al final no lo haré, pero me han entrado ganas de leer algo de su poesía.

El libro es largo, algo infrecuente en el género. Debe llevar toda la vida coleccionando estas “barojianas bagatelas de otoño”, componiendo esta “filosofía de bolsillo” que tiene mucha verdad. Aunque no toda, le pesa mucho la losa de su pesimismo.

Están muy presentes: San Sebastián, el mar, los trenes, la lluvia y el fuego, la soledad, JRJ, Renard. Y, siempre, la decepción. Con todo, estará, seguro, entre mis lecturas destacadas del año.