Fearing

El título de esta novela de 1946 hace alusión a la maquinaria del destino, al engranaje de circunstancias y personas que tejen lo que necesariamente ha de ocurrir. En principio. George Stround, por ejemplo, el protagonista de esta historia, se ve envuelto en una extraña muerte que apunta hacia él. Aparentemente no hay salida a lo que El gran reloj le tiene preparado. Es editor de una revista de un importante grupo y debe encontrar al hombre que acompañaba a la novia de su jefe poco antes del suceso que desata todo.

La novela tiene dos aspectos interesantes. Por un lado no hay policías ni delincuentes habituales. El crimen sucede en un entorno de personas normales y eso añade una sobredosis de tensión psicológica y un suspense más intensos. Por otro, Fearing emplea hasta siete narradores que van contando los hechos sucesivamente relevándose unos a otros. Este multiperspectivismo dota a la historia de un fuerte realismo y de numerosos matices caracteriológicos.

El mismo Chandler admiró la ingeniosa trama de este libro, dos veces llevado al cine, hoy el más conocido del americano Fearing (1902-1961), poeta, editor y ocasional novelista. La historia se sigue leyendo bien años después. El estilo es más literario que popular y las reflexiones sobre lo necesario y la propia responsabilidad añaden cierto interés, aunque el libro, en esencia, no va más allá de la clásica resolución de un caso límite de enigma, sin las múltiples capas de la auténtica novela negra. De todos modos, nadie se aburrirá con esta breve e intensa historia.

Ice Man

En marzo de 2006 muere en la cárcel Richard Kuklinski, alias El Grandullón, alias El polaco, alias El hombre de hielo.

Tenía 70 años en ese momento y llevaba 10 años encerrado. Todo el mundo estaba al corriente de sus más de 200 crímenes a lo largo de 40 años, gracias a los tres documentales de la HBO.

Philip Carlo, pasó más de 240 horas hablando con Kuklinski y centenares de horas más con la esposa y las hijas de este, además de con otras fuentes policiales y del hampa, para documentar y redactar este libro.

Kuklinski era un despiadado asesino a sueldo, lo que no le impedía ir a Misa los domingos, organizar barbacoas para los vecinos, y llevar de compras alegremente a sus hijas.

La esquizofrenia de este tipo es realmente alucinante. He ojeado este libro con detenimiento aunque no merece la pena leerlo entero ni menos comprarlo. Está escrito con descuido, lleno de repeticiones y con un estilo sencillo y puramente expositivo.

Goldman

Goldman (1931) escribió en 1983 este cuentecillo.

El planteamiento de la historia y el tono son estupendos. Frescos, imaginativos y emocionantes. El desarrollo pierde fuelle y el desenlace es un poco loco y decepcionante, lejos de la brillantez de su curriculum (novelas y guiones: Marathon Man, La princesa prometida; guiones: Dos hombres y un destino, Todos los hombres del Presidente).

De todas formas, sólo por el inicio y algunas de sus películas, quizás me anime más adelante con La princesa prometida, que lo tengo en formato digital.