No es país para viejos (I)

Tremenda historia de McCarthy. No me convenció la primera de la Trilogía de la frontera, sí La carretera y ahora me ha encantado ésta. Como ya les dije, me he traído a las vacaciones Meridiano de sangre.

Llewelyn Moss se larga con dos millones de dólares que no son suyos y Anton Chigurh, un psicópata asesino que va por libre, lo busca para recuperarlos. El Sheriff Bell intenta encontrar entes a Moss y así salvarle.

La historia es muy buena y está contada con ritmo y estilos magistrales. Por si fuera poco, McCarthy, por boca de Bell, desarrolla ideas certeras sobre temas de fondo: el mal, la verdad, el matrimonio.

Merece la pena recoger algunas. No se pierdan esta novela.

Hablando de su mujer, dice Bell:

La gente se lamenta de las cosas malas que le pasa y que no merece pero raramente menciona las cosas buenas. Lo que ha hecho para merecerlas. Yo no recuerdo haber dado al Señor demasiados motivos para que me favoreciera. Pero lo hizo.

Mi mujer ya no lee nunca el periódico. Probablemente tiene razón. Suele tenerla.

Los coleccionistas, de Baldacci

Segunda aventura del Club Camel, compuesto por:

Oliver Stone, ex triple 6 (exterminador de la CIA)
Caleb Shaw, bibliotecario
Reuben Rhodes, Vietnam, ex-DIA
Milton Farb, ex-niño prodigio, informático

Son cuatro vejetes de apariencia anodina e inofensiva que detectan conspiraciones y las combaten. El ambiente de Washington y el tema es siempre currupción política, agencias de inteligencia, etc. La cosa va esta vez de una red de venta a extranjeros de secretos americanos.

Annabelle Conroy, estafadora, se cruza accidentalmente con el grupo y se les une, después de llevar a cabo un golpe espectacular. Es del tipo de mujer que es mejor tener como amiga.

Creo que la mejor novela de Baldacci es La ganadora. Nunca he encontrado lo mismo en las de este autor que he leído después, pero todas tienen un tono medio más que aceptable. Son libros entretenidos y dignos, que no se te caen de las manos.

Del último párrafo del libro se deduce que volveremos a encontrarnos con estos personajes.

El placer del viajero

Es una novela breve que publicó McEwan en 1981. Es gratificante ver que alguien pueda escribir tan bien desde sus primeros libros. Además del estilo, poco más se puede decir de positivo de esta historia. Es siniestra y sofocante, se ve venir la bomba final en forma de perversión sexual, que se ve que es lo que interesaba explorar a McEwan en sus primeros libros. No merece mucho la pena.