30 de noviembre


1835: nace Samuel Clemens (Mark Twain), escritor estadounidense.1900: muere Oscar Wilde, narrador y dramaturgo irlandés.

Para mi, dos autores indiscutibles e imprescindibles. El primero con la etiqueta de escritor juvenil, que también, y el segundo de dandi excéntrico, que también, pero no sólo. El primero es sinónimo de saber narrar, buenas historias y buenos personajes (parece una fórmula fácil, ¿no?); el segundo es inteligencia e ingenio en estado puro.

Arcanos de la lectura

En 1995 cayó en mis manos 7 hábitos para personas altamente efectivas de Stephen Covey, después de amplios comentarios y calurosas recomendaciones. No es un libro de autoayuda, da consejos sobre cómo mejorar personalmente pero en orden al liderazgo, saber relacionarte y gobernar a los demás. Como para eso hay que empezar por gobernarse a uno mismo, los tres primeros hábitos trabajan esa línea. Los leí, estudié y resumí en apretadas fichas. Forré el libro y lo declaré imprescindible, convencido de estar acometiendo una lectura importante de mi vida. Hablé de él, lo recomendé con entusiasmo, lo instalé en mi biblioteca particular. Por razones que no vienen al caso, mi biblioteca particular no atesora más allá de cincuenta volúmenes, lo que da idea de lo imprescindible de cada uno de ellos. Pues bien, estamos en 2007… y aún no he leído los otros tres hábitos: ¿cómo se explica?

Cautivado por Lewis

Mantengo una rara y paradójica relación con C. S. Lewis desde hace años. LLevo toda la vida diciendo que no termina de gustarme mucho y, a la vez, no dejo de leer sus libros. Ya he leído bastantes y sólo no me han gustado sus libros de ficción (nada el primero de La trilogía de Ramsom y poco los dos primeros de las Crónicas de Narnia). Respeto mucho sin embargo sus ensayos.

Ahora le ha tocado a Cautivado por la alegría, donde cuenta sus años de formación, centrándose en todo lo que le llevó a recuperar su enfriada fe cristiana. Me ha resultado interesante y, sobre todo, es un gustazo leerle. Se expresa con elegancia, es claro, amable, inteligente, ve mucho de lo que pasa a su alrededor, parece totalmente honesto, da confianza, es divertido. Amaba los libros por encima de todo y guardaba como un tesoro sus amistades.

Su amistad con Tolkien y su admiración por Chesterton son sólo dos detalles más que me lo hacen muy simpático.