Un amigo de Kafka y otros relatos. Isaac Bashevis Singer

BASHEVIS_KafkaSólo conocía suyo un libro infantil (Cuentos judíos de la aldea de Chelm) y ahora leo una de sus colecciones de relatos realistas. Habla de judíos polacos en Varsovia o emigrados a Estados Unidos. Ortodoxos o no. La familia, el yiddish, casamenteros, rabinos, etc. Me han gustado casi todos y ninguno ha flojeado; todos se sostienen de principio a fin: un excelente narrador. Están divididos en partes y el final no suele ser lo más importante.

El propio Bashevis cuenta en primera persona, o lo hace un tal Aaron (NY), trasunto suyo. Asuntos de calado: la caridad y la solidaridad, los milagros, el matrimonio, la fe. Calidad. Siempre está pasando algo, no hay momentos muertos. Traducidos del yiddish al inglés por el autor. Misterios, fantasmas, apariciones, milagros, magia.

No voy a tener más remedio que seguir con los otros. RBA sacó en España hace poco una selección. Hay premios Nobel y premios Nobel, está claro.

La colina de Watership. Richard Adams

ADAMS_WatershipNovela de aventuras protagonizada por conejos. No por hombres con conejos, sólo conejos. El autor se inspira en el libro de Lockley  (La vida privada del conejo) y narra un sistema social, con una organización, un lenguaje, una tradición pasada y unas historias presentes, bastante entretenidas y con su punto de emoción.

Están el valiente, el inteligente, el leal, el decidido, el fuerte; la importancia del trabajo en grupo; el liderazgo, que no lo suele ostentar el más fuerte ni el más inteligente y sí el que va siempre por delante, el que se atreve a hacer cosas que nunca se han hecho antes.

Raza educada en el trato, indestructibles con su ingenio, capaz de adaptarse y evolucionar. Les encanta reunirse a contar historias.

Un libro bastante simpático que he releído con gusto. También existen unos Relatos de la colina de Watership.

Hay una maldad espantosa en el mundo. —Procede de los hombres —dijo Acebo—. Todos los otros elil hacen lo que tienen que hacer y Frith los mueve como nos mueve a nosotros. Viven en la superficie de la tierra y necesitan comida. Pero los hombres no descansarán hasta que hayan estropeado la tierra y destruido a los animales.

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Los animales no se comportan como los hombres —dijo—. Si tienen que pelear, pelean, y si tienen que matar, matan. Pero no se sientan y utilizan su ingenio para maquinar maneras de destrozar la vida de las otras criaturas y herirlas. Poseen dignidad y animalidad.”

Edna Ferber. ¡Así de grande!

FERBER_Así de grandeSo Big es el apodo familiar de Dirk, el único hijo de Selina, una joven hija de un jugador profesional a la que conocemos en Chicago a principios del siglo XX. Muerto su padre se instala como profesora en High Prairie, un pueblecito a quince kilómetros de Chicago. Ahí se casará con Pervus y empezará su vida de granjera, algo muy alejado de su vocación de aventurera, de una educación paterna que la impulsaba a ver el mundo como un espectáculo. El truco, le decía su padre, “es actuar en él y contemplarlo al mismo tiempo”.

Selina, austera y trabajadora, conocerá la pasión por enseñar a otros y será capaz de sacrificar sus sueños al amor y a su hijo. En la novela no ocurren grandes cosas (los trabajos de la granja, las ventas en las ferias) y pronto el centro se desplaza hasta Dirk, al que seguiremos hasta los comienzos de su vida adulta.

El asunto de una mujer con cierta amplitud de planteamientos, incorporada de alguna manera al mundo laboral y con vocación creadora artística, podía ser novedoso en 1924, cuando se publicó la novela. Hoy no llama tanto la atención, pero eso no impide disfrutar de esta historia tranquila y agradable. Selina y Dirk no son personajes inolvidables, pero son de esas personas que nos alegra conocer.

La escritora y dramaturga norteamericana (1887-1968) obtuvo con esta novela el premio Pulitzer en 1925. Es autora de obras conocidas como Cimarrón o Gigante, siempre ambientadas en el Medio Oeste, que dieron lugar luego a populares adaptaciones al cine.