Los libros en The New Yorker. Viñetas

VVAA_Libros en NY

Dejé pasar las dos primeras colecciones de viñetas (sobre La oficina y sobre El dinero) pero esta ya era demasiado pasar. Casi doscientos chistes gráficos sobre el mundo del libro, agrupados en cuatro capítulos: Los escritores (ociosos, ególatras, con mala vida familiar, sus negros), los editores (despiadados, peseteros, aduladores), los lectores (los que no leen, los que leen demasiado, los clubs de lectura, la TV, el libro electrónico) y los libreros (su ignorancia, el modo de presentar lo que venden).

Hay de todo (los dibujantes son muchos) pero bastantes tienen gracia. Para pasar un buen rato sin mayores pretensiones.

La ira de los ángeles. Connolly

CONNOLLY_Ira_ángelesEsta vez seré consecuente y de verdad que es la última historia de Charlie Parker que leo. Llevo ya varias novelas diciéndomelo pero luego se me olvida cuando salen.

Cuerpos que se consumen pero no mueren, espíritus migratorios, Creyentes, Ángeles caídos. Así dichas, cosas a las que ni me acercaría, pero que en las historias de Connolly pasan bien, o pasaban bien. Otra vez el espeluznante Brightell, el rabino Epstein y El Coleccionista. Y, por supuesto, sus amigos Louis y Ángel.

Pero ya hace muchos libros que todo suena a lo mismo. Connolly sigue exprimiendo un pozo seco hace ya tiempo.

Muerte de un viajante. Miller

MILLER_ViajantePasos en mis propósitos de relecturas. Me ha vuelto a impresionar como la primera vez. Willy Loman está al final su carrera y no ha llegado muy lejos. Sus hijos son jóvenes y no están centrados. Todos han perseguido inútilmente la quimera del éxito y han fracasado. Linda, esposa y madre, es la única que ama incondicionalmente.

Un retrato muy duro de una existencia desorientada desde el primer día. La obra, en dos actos, da saltos al pasado y nos muestra el origen de los problemas de Biff (el hermano mayor) envenenado de resentimiento. En estas retrospecciones Miller hace intervenir en el presente a figuras del pasado con las que Loman dialoga.

Loman es patético y ofrece una imagen tajante de dónde terminan la mentira y la deslealtad. Su funeral es una de las escenas más tristes que recuerdo en una obra literaria.