Cumplir el propio estándar

Su obligación (del escritor) es hacer su trabajo lo mejor posible; sea cual sea la obligación que le quede después de eso puede cumplir con ella como desee. Yo mismo estoy demasiado ocupado para preocuparme del público. No tengo tiempo de preguntarme quién me lee. No me importa la opinión del americano medio sobre mí o sobre el trabajo de cualquier otro. Tengo que cumplir con mi propio estándar, que es lo que se da cuando la obra me hace sentir lo que experimento cuando leo La tentación de San Antonio o el Antiguo Testamento. Me hacen sentir bien.

Entrevista a William Faulkner en Paris Review, 1956.

El observatorio, de Connelly

Ultima entrega (por ahora) de Harry Bosch. Unos tipos roban cesio radiactivo de un hospital y asesinan al médico que lo manipulaba. Bosch quiere centrarse en los asesinos y el FBI en las implicaciones de terrorismo islámico.

Connelly es ágil y eficaz como siempre y el interés no decae. Falta no obstante la densidad de otros episodios y esto va pareciéndose cada vez más a una máquina de hacer churros. Entiéndase la metáfora, no es que estas novelas sean poco valiosas sino que empiezan a parecerse demasiado unas a otras. De hecho, esta vez ha ocupado justo la mitad de páginas que de costumbre.

También ha salido Crónica de sucesos, un libro periodístico donde Connelly cuenta casos cuando los cubría para los medios. Pueden leer esta reseña.

Todos iguales en "Nueva Belleza"

Si todos fueran perfectos físicamente no habría discriminaciones por la belleza, ni se juzgaría a los demás por el color de la piel u otras apariencias, las jóvenes no enfermarían de anorexia y se implantaría un clima de felicidad apoyado en el culto al cuerpo y a la salud. Esto es lo que ocurre en el escenario futuro inventado por Westerfeld: a los dieciséis años tiene lugar La operación. La parte que no se les cuenta a los imperfectoses que, de camino, se manipula sus cerebros, en principio para convertirles en imbéciles felices y superficiales que nunca tienen conflictos ni exigen cambios. Se eliminan las guerras, aunque de paso también muchas otras cosas. David y sus padres han creado Humo, una colonia de imperfectos que han escapado a la tiranía de la belleza y que intuyen qué hay detrás de todo el montaje. No tienen intenciones de quedarse con los brazos cruzados. Tally, a punto de ser operada, huye a Humo, para quedarse, o para destruirlos.

Traición (Los feos, en inglés) es la primera parte de una trilogía que está arrasando en EEUU. Como Huxley y Orwell, o Matrix más recientemente, describe una nueva utopía de control de seres humanos, en clave juvenil y de libro de aventuras. El autor ha ideado un universo coherente con gran imaginación y ha dotado su ambiente de los suficientes detalles técnicos, médicos y científicos, para hacerlo verosímil. Se trata de una historia entretenida, ágil y sencilla de leer. Una obra sin pretensiones de estilo donde las palabras se limitan a describir acciones y diálogos sin sugerir ningún efecto connotativo.

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