Pancol de nuevo

En la exitosa Los ojos amarillos de los cocodrilos Pancol intentó retratar la soledad de una persona buena en medio de un mundo moderno materializado y egoísta. Esta segunda parte continúa la trayectoria de los mismos personajes, con alguna ausencia y alguna incorporación. La sensible, débil y honesta Jo sigue moviéndose a paso de tortuga entre la maraña de familiares y amigos que, de una forma u otra, la maltratan. La rapidez y violencia que le rodea amenaza con pisotearla a cada paso.

El problema es que este segundo libro no aporta casi nada nuevo. La esencia es exactamente la misma, y los nuevos accidentes (embrujamientos, agresiones, asesinatos, esquizofrenias y cartas del más allá) no sostienen un retrato que no crece ni evoluciona. Fuertes personalidades, realismo y más decibelios en el nivel de groserías y detalles soeces. La historia de Pancol ofreció algunas cosas interesantes en la primera entrega pero se empantana por completo en la segunda.

Asesino, de Jacamon y Matz

Asesino es un cómic belga del 2005, dibujado por Jacamon y Matz. El tema es bastante evidente, el retrato psicológico de un matón a sueldo. Entre golpe y golpe reflexiona: estar en paz con uno mismo, soledad, no lamentarse de nada, en el fondo no soy el único malo, la conciencia, vivo en un mundo de mierda, la justicia que uno administra no es inferior a cualquier otra, el valor del dinero,..Vamos, una alegría. La trama para colmo es endeble a pesar de desarrollarse en cinco libritos.

«Si la vida es algo que puede acabarse así, cuando sea y como sea, entonces es que no vale gran cosa». Esto resume esta triste historia de la que pueden prescindir sin pensarlo treinta segundos. Por lo demás, los dibujos son bastante buenos. Se incluyen algunas viñetas más propias de una publicación para adultos que vayan buscando otra cosa.

Guenassia

El club de los optimistas incorregibles se presenta como la gran revelación en Francia. No es para tanto. Para ser honestos, debo decir que lo he leído en una prueba sin corregir (supongo que para prensa) con bastantes erratas. Muy molesto.

Michel Marini, fotógrafo, recuerda los primeros años sesenta en París. Fueron los tiempos de su juventud, de su primer amor y de su incipiente vocación artística, también los de la búsqueda de un lugar en su familia, dividida entre una ala refinada y burguesa y otra trabajadora y vitalista. Conoce a un grupo de exiliados de países del este de Europa que huían del comunismo, y se reunen en París en un Club que también frecuentan famosos intelectuales franceses de izquierda.

El libro, largo, relata un pasado de opresión de numerosos personajes, persecución política y desastres familiares, a la vez que va narrando los acontecimientos más importantes de la familia Marini. El conjunto resulta excesivamente episódico y algo repetitivo. Guenassia ha captado y transmitido muy bien un ambiente político representativo de una época que al lector de hoy resulta ya irremisiblemente lejana. No obstante, el ritmo es en todo momento fluido y hay abundantes diálogos plagados de ideas interesantes.

El argelino Guenassia (1950) ha escrito su primera novela con sesenta años, casi gana el Goncourt en Francia y ha captado la atención en ese país con su historia de comunistas, rock’n roll, guerra de Argelia y partidas de ajedrez. Hay por medio también una revelación final y una larga historia de amor, pero lo central es el retrato generacional y la captación de un ambiente, objetivos logrados con nota.