Gracias al estilo indirecto libre, vemos las cosas a través de los ojos y el lenguaje de los personajes, pero también a través de los ojos y el lenguaje del autor. Habitamos en la omnisciencia y parcialidad a un tiempo. Se abre un vacío entre el autor y el personaje, y el puente entre ambos (que es el propio estilo indirecto libre) cierra ese hueco y simultáneamente atrae la atención hacia su distancia.
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Se trata simplemente de una definición más de la ironía dramática: ver a través de los ojos de un personaje mientras nos animan a ver más allá de lo que puede ver el personaje (una carencia de fiabilidad idéntica a la del narrador en primera persona).
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Elegancia, estilo indirecto libre y detalle. Los novelistas deberían dar gracias a Flaubert del mismo modo que los poetas dan gracias a la primavera: todo renace con él.
James Wood, Los mecanismos de la ficción.
Bastante bien explicado en pocas palabras.