Apegos feroces. Memorias de Vivian Gornick

Treinta años después de su publicación original nos llegan en castellano estas memorias de la escritora neoyorquina (1935). En pocas páginas selecciona bien y cuenta con intensidad los elementos que más marcaron su personalidad activista en pro de los derechos de la mujer. La pérdida de su padre en la adolescencia determina la fuerte relación amor-odio que mantiene con su madre toda la vida. Son judíos provenientes de inmigrantes rusos y ambas, madre e hija, se posicionan ideológicamente en el socialismo. La madre se estanca en su pena de viuda y ella desarrolla en la universidad y el periodismo su vocación de escritora. La relación entre ambas, eje del libro, se cuenta de manera muy destacada. Sus paseos por Manhattan están llenos de recuerdos y de disputas en yiddish.

Otros modelos femeninos los encuentra en las vecinas de su bloque de piso, particularmente en la sensual Nettie, que determinará su gimnástica y superficial concepción de la sexualidad. En las memorias habla también de los hombres de su vida (marido y amantes), del hijo que abortó y de su paso por el psiquiatra.

La vida de Gornick y de sus cercanos está plagada de decepciones, en parte porque concibe todo como relaciones de poder. Con distintas intensidades, experimenta el peso de la sangre, de la cultura de judío inmigrante, las llamadas del placer, la fuerza de la vocación hacia la expresión escrita, y, por encima de todo eso, el imperativo que siente de vivir en todo momento la propia vida. La autora expresa muy bien, y en poco espacio, todas las líneas de fuerza entre las que se desenvuelven sus días. Su experiencia de ensayista y crítica le hace analizar en profundidad estas motivaciones, y su habilidad como escritora le permiten siempre contarlas bien, sin renunciar a veces a un lenguaje grueso.

Dazieri. El Ángel. Segunda novela de Dante y Colomba

La novela policiaca se apoya en dos oponentes: un criminal y un perseguidor. Todas son parecidas (de ahí el calificativo “novela de género”), un crimen, una investigación, confrontación final y resolución. El elemento diferenciador fundamental (nadie se arriesga a prescindir del suspense y muy pocos del triunfo final de las fuerzas del bien) es la originalidad del bueno o la del malo, o la de los dos. Muchas series de éxito se basan en el seguimiento transversal de la vida del bueno a lo largo de varias novelas en las que lo vemos enfrentarse a sucesivos enemigos.

Dazieri fabricó una primera novela de calidad que sorprendió, No está solo, sobre todo por la fuerza de la pareja investigadora. Ahora supera con nota el reto de la segunda de la serie, cuando ya no cuenta con la sorpresa que nos regaló en la primera. Lo compensa con un oponente formidable, uno de los más terribles que hemos visto en los últimos años. Cuando parece que ya se ha inventado todo, Dazieri introduce a Dante y a Colomba en medio de una trama de terrorismo, experimentos con niños, ONG’s, cárceles rusas y asesinos implacables y vengativos. La sombra de El Padre y algunos flecos de la primera novela de la serie planean por aquí, y es muy conveniente haberla leído antes. Dante y Colomba evolucionan, también la singular relación entre ellos.

Sin pretender tampoco hacer literatura, el italiano urde una trama destacable y evita los tópicos de hiper presencia de violencia (aunque la hay) y sexo (también hay detalles) tan comunes en estos territorios. Un libro que llama la atención. Dentro del estilo. Tantas novelas de crimen después, se agradece un autor que aún consiga producirnos un pellizco en el estómago.

Jonathan Lee. El gran salto

Octubre de 1984. Margaret Thatcher va a celebrar una convención de su partido en un lujoso hotel costero en Brighton. Para Moose, subdirector del Grand Hotel es la oportunidad de lucirse y conseguir el ascenso que cree que merece. Su hija Freya, de dieciocho años, recepcionista del hotel, atraviesa un momento crucial de su vida y se debate entre empezar la universidad o marcharse a España. Roy Walsh se aloja unos días en el hotel, semanas antes del encuentro de los políticos. Enseguida Freya y él se caen bien. Pero Roy no va en busca de diversión ni romances, es un experto en explosivos del IRA y su objetivo es preparar un atentado en el Grand.

La novela se centra en las vidas de Moose, Freya y Roy. La crisis de madurez, los problemas y soledades de un padre soltero; la llegada a la mayoría de edad y la toma de decisiones importantes, los vaivenes sentimentales; la dura vida en Belfast, el contraste entre los ideales y las personas que los representan. El arranque del libro, presentación de los tres personajes y del conflicto en ciernes, es sensacional. Los diálogos funcionan muy bien, todos los detalles que se eligen tienen una alta significación y la mímesis de las tres vidas es de alta calidad. El británico Lee (1981) muestra tanta realidad que resulta milagroso y muy convincente. Es más contenido pero recuerda, en algunos aspectos del estilo, al apabullante Tom Wolfe. El título del libro alude a que Moose fue en su juventud una vieja gloria del salto de trampolín.

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