De pocos libros habla Italo Calvino tan bien en sus cartas como de este. Es el que se lleva la palma de los elogios. Hay que saber que la poética que Calvino aprecia sobre las demás es la de la desnudez, la brevedad, la claridad, la transmisión de vida sin interferencias del escritor. Esto Mastronardi lo hace muy bien. La historia del profesor Antonio Mombelli, de su mujer y de su hijo Rino está contada con gran objetivismo, sin comentarios, sin apenas acceso a los pensamientos de los protagonistas. El resultado es de gran fuerza expresiva y credibilidad. A Calvino le debía dar bastante igual que se trate de una historia un poco asfixiante y poco estimulante, una vida de apariencias y frustración, de aspiraciones pequeñoburguesas de corto recorrido.
Pivot. De oficio, lector
Pivot es el divulgador más importante de libros en Francia. Ha dirigido célebres programas semanales en TV durante treinta años. La entrevista larga de Nora se centra demasiado en el formato de los programas, pero salen muchas cosas interesantes de algunos autores, de la lectura, de la televisión y de la sociedad francesa. Lo intelectual y lo televisivo parecen como el agua y el aceite, pero Pivot ha triunfado evidentemente en sacar adelante la difícil mezcla. Me pareció más interesante el otro libro suyo del que les hablé, pero este merece también la pena.
Resume Nora: Más periodista que intelectual, más comentarista que crítico, más directo que entre líneas, más sibarita y más popular. Su retirada fue una apoteosis, un motivo de luto nacional. Se cerró una época dorada de la televisión. Sociabilidad jovial, cultura de lo sabroso y de lo sensual, espontaneidad curiosa, el gusto artesanal por el trabajo bien hecho. Y como remate, el fútbol, el vino, la buena mesa y el profundo vínculo con la patria chica. Combinación ganadora para gustar al público popular y el refinado. Un concentrado de francés.
Belloc. Biografía escrita por Pearce
Escritores conversos me dejó ganas de conocer más a varios autores, sobre todo al anglofrancés Belloc. Así que he leído con mucho interés esta biografía escrita por el mismo autor del libro mencionado.
Belloc fue un monstruo de la naturaleza, casi a la altura de Chesterton, con quien le unía una gran amistad. Periodista, orador, conferenciante, escritor. Precoz polemista encendido permanentemente por la defensa de la fe católica y por su concepción política de la sociedad. Pletórico de joie de vivre. Destacó como esposo, como padre y como amigo, escribió miles de páginas sobre un número similar de temas y todo lo abordó con inteligencia y amor a la verdad. ¿Cómo conocemos tan poco en nuestro país a un escritor así? Me anoto un par de títulos que están en español (El camino de Roma y Europa y la fe) y, por si acaso, algunos de los históricos (Napoleón, Richelieu o Robespierre).
Muy recomendable.