Esnobismo japonés

Amelie Nothomb, escritora belga, seleccionó para QUE LEER su canon imprescindible. Junto a los indiscutibles Cervantes, Wilde, Proust y Shakespeare y a los más que discutibles Radiguet, Choderlos de Laclos y Petronio, la decena de obras se completa, agárrense, con tres japoneses, no me digan que no es original: de diez libros de toda la historia de la literatura, de todas las épocas y países, tres, casi un tercio, de japoneses. A saber: Junichiro Tanizaki (“El elogio de la sombra”), Yasunari Kawabata (“La casa de las bellas durmientes”) y el suicida Yukio Mishima(“El Japón moderno y la ética del Samurai”). Esto no es ni siquiera snob, ignorancia no creo, pues los escritores suelen ser personas leídas, dejémoslo en posible trastorno mental (indulgentemente) transitorio.

 

Juegos de palabras


Para los amantes de las palabras, les recomiendo la web juegos de palabras.

Es una mina de curiosidades del lenguaje: acertijos, acrósticos, calambures, frases autorreferentes, hipocorísticos, jitanjáforas, oxímoron, palíndromos, retruécanos, etc.

Está muy trabajada, es clara y hay una buena cantidad de ejemplos de cada posibilidad. También incluye enlaces por si no se tuviera suficiente.

Casi todas las entradas de este blog con la etiqueta «palabras» están tomadas de ahí.

Arcanos de la lectura

En 1995 cayó en mis manos 7 hábitos para personas altamente efectivas de Stephen Covey, después de amplios comentarios y calurosas recomendaciones. No es un libro de autoayuda, da consejos sobre cómo mejorar personalmente pero en orden al liderazgo, saber relacionarte y gobernar a los demás. Como para eso hay que empezar por gobernarse a uno mismo, los tres primeros hábitos trabajan esa línea. Los leí, estudié y resumí en apretadas fichas. Forré el libro y lo declaré imprescindible, convencido de estar acometiendo una lectura importante de mi vida. Hablé de él, lo recomendé con entusiasmo, lo instalé en mi biblioteca particular. Por razones que no vienen al caso, mi biblioteca particular no atesora más allá de cincuenta volúmenes, lo que da idea de lo imprescindible de cada uno de ellos. Pues bien, estamos en 2007… y aún no he leído los otros tres hábitos: ¿cómo se explica?