
1. El punto y coma marca una pausa más intensa que la coma y menos que el punto. Normalmente, sigue a trozos de oración seriados que poseen una autonomía superior a la que marca la coma. También separa oraciones completas íntimamente relacionadas y de cierta ex tensión (si fueran cortas, se separarían por comas):
Por ejemplo: «El público, acabado el mitin, inició la salida; más que entusiasmado, mostraba fatiga; la gente hablaba de los oradores con decepción».

