Interesante la lectura de Los Inklings. Me ha servido para conocer más la figura de C.S. Lewis, pieza central del grupo, para saber algo de Charles Williams (aunque sin interés por leerlo), y para admirar una vez más esos estupendos conciliábulos masculinos de que son capaces los ingleses (amistad, intereses intelectuales).
Carpenter recrea esas célebres reuniones nocturnas de los jueves en el Magdalen de Oxford: te y cerveza, chimenea, lectura de textos propios, charlas sobre coinherencia, teología romántica, sagas nórdicas, planes de estudio de lengua inglesa, etc.
Tolkien es un gigante, Lewis un escritor importante y todos los demás del grupo están muy por debajo. Esta lectura es un buen complemento a los libros de ambos, así como a la biografía de Tolkien del mismo Carpenter, y al estupendo Escritores conversos del S.XX de Pearce.