Obra póstuma de Bolaño, considerada por muchos su capolavoro. Parece que dejó los borradores bastante terminados y con instrucciones de publicarlos en cinco libros diferentes. Nunca sabremos si la sensación de obra inacabada (más en alguna de las cinco partes) formaba parte de la estrategia consciente del chileno. En todo caso la estructura abierta y aspiración de totalidad, de captar TODA la vida, definen el interés que tiene el libro.
El otro punto que me parece destacable es el compromiso implacable de Bolaño con la narración. La historia no se estanca nunca y sus personajes están vivos. A veces abusa de la digresión y de las piruetas mentales, pero una vez que consigue que te pongas ante la primera página ya es difícil dejarlo.
La primera parte es la que más me ha gustado. 4 críticos especialistas en Archimboldi, un escritor alemán a quien nadie, nunca, ha visto en persona. Vida académica y líos amorosos entre ellos. Al final, tras su pista a Santa Teresa, frontera México-USA. Allí nos encontramos con Amalfitano y su hija Rosa, parte más breve y onírica (locura, voces, fantasmas, un libro de matemáticas colgando en el tendedero: la imaginación turbulenta de Bolaño). El periodista negro Oscar Fate protagoniza la tercera parte, también en Santa Teresa (=Ciudad Juárez). El mundo del boxeo y, telón de fondo de toda la obra, asesinatos de mujeres.
La cuarta parte, la más larga y brutal, está dedicada a esos asesinatos. Periodistas, policías, abogados, políticos, médicos, locos, narcos, videntes, prostitutas, la cárcel. El horror. La atmósfera es a la vez crudísima y surrealista. Bolaño relata muchas decenas de muertes, todas muy parecidas, como una música de fondo y, sobre ella, van entrando, saliendo y relacionándose todos esos personajes. Pienso que técnicamente es lo más logrado del libro aunque resulta algo cansado y asfixiante para el lector.
La quinta parte cuenta la vida de Archimboldi. Prusia, el mar, los nazis, los aztecas, sus libros, otra locura bolañiana que termina de nuevo en Santa Teresa.
Se podrían decir muchas cosas más sobre estas 1.100 págs pero ninguna que resuma en un solo calificativo el asombroso escritor que es Bolaño.
No creo que 2666 sea una obra maestra, la primera del siglo XXI, tal como dicen por aquí y por allá. Como tampoco pienso que Los detectives salvajes, y así lo pregonan esas mismas fuentes, sea la última del siglo XX. Las obras maestras, y otra vez Bolaño es quien lo afirma, deben pasar en principio desapercibidas y permanecer ocultas; y ser arrastradas, como flores malditas, hacia el misterio y el secreto. Aunque esto, me permito recordarlo, lo enseñó Balzac en una de sus novelas cortas sobre la vida y la obra de un pintor extravagante. 2666 es una novela que no pudo tener este singular periplo. Desde siempre estuvo condenada a su temprana publicación póstuma. Desde muy rápido, y Bolaño y los suyos contribuyeron a hacerlo así, 2666 se colgó el rótulo de una mediatizada celebridad.
Para mi el mejor libro de Bolaño es La literatura nazi en América, (también comentado en este blog) y luego 2666. Los detectives salvajes es parecido a este último, mejor terminado (no es póstumo) pero más flojo en sus contenidos. Entre paréntesis es interesante para conocer al Bolaño escritor y sus actitudes ante la literatura.
Espero que te haya gustado. Creo que tendrías que haberle puesto un notable.
UN abrazo