Un placer ver unidos los nombres de dos escritores que estimo mucho.
Breve e intenso ensayo biográfico, una buena introducción Montaigne. Terminado, es difícil que no se despierten las ganas de (re)leer al pensador francés. Zweig, como siempre, es claro y apasionado. Emplea varias veces la palabra «librepensador» para referirse al gascón, pero creo que es más acertado decir «espíritu libre». De ascendientes burgueses comerciales y judíos, y de familia noble desde hacía media hora, Montaigne era un curioso impenitente, abierto a todo y continuo escudriñador de sus propias opiniones acerca de cualquier asunto, sin ideas preconcebidas ni atención a las modas. Desde los 38 años se encerró a leer, estudiar y pensar, con algunas “salidas” para viajar o ser alcalde de Burdeos unos años. Fue esposo y padre y tuvo su papelito en la alta política.
Su legado es importante y es más que recomendable la lectura de sus tres tomos de Ensayos. De las ediciones españolas disponibles recomiendo la de Cátedra Aurea o la de El Acantilado.
gracias me encantan tus aportes