Sol Nazerman tiene 46 años y vive como prestamista en Nueva York. Le va bien, porque se ha aliado a un mafioso que usa su negocio para blanquear dinero. Vive atormentado por su pasado (campos de exterminio nazi) y por la miseria que ve cada día. Vive con su hermana y la familia de ésta, tiene una amante, es cortejado por una mujer soltera e intenta enseñar el oficio a un joven negro ambicioso. Antes de tatuarse números azules en los brazos fue profesor universitario en Polonia y sigue leyendo muchos libros en varios idiomas.
La tortura interior de Nazerman es desoladora y convierte todo lo que le rodea en ceniza. Es sarcástico, huraño y taciturno, dice a cada uno cuanto piensa y prescinde de todo fingimiento y cortesía. Una bomba para las relaciones humanas. Está rodeado de gente hastiada que ya casi ni intenta mejorar. Hay situaciones y escenas tremendas y difíciles de olvidar.
Me ha parecido una novela seria y muy bien escrita. Al mismo tiempo muy desesperanzadora.
Wallant pertenece una brillante generación de norteamericanos judíos (Philip Roth, Malamud, Bellow, Mailer) pero murió repentinamente en 1962, con muy pocos libros todavía a sus espaldas.
3 opiniones en “Wallant. El prestamista”