Casi todas las novelas que he leído de la GC española (pre, durante o post) son contrarias al bando que venció que resulta, por tanto, el que queda mal. A mi se me hacen muy antipáticos el autoritarismo, el anticatolicismo visceral y la barbarie, vengan de donde vengan. No busco en estas novelas información histórica sino el conflicto humano, siempre exacerbado cuando hay sangre y odio por medio.
La famosa obra de Chacón está bien pero no es la grandísima novela que muchos pretenden. Las reclusas de la prisión de Ventas en Madrid resultan buenos personajes casi todas y nos llegan. Son historias duras y hay de todo, tortura, miedo, odio, historia de amor, esperanza (y su contrario), hambre, injusticias y lucha por la dignidad. El tono es íntimo, al borde del melodrama a veces, y algo efectista por momentos. Presas con las rodillas masacradas en los interrogatorios, bodas retrasadas por años, guerrilleros y tricornios, huérfanas y monjas malvadas. Me ha parecido todo un peu trop, sin los matices que son el sello distintivo de lo real. Con todo, me ha gustado mucho más de lo que me esperaba.