Echenoz cuenta a su aire la vida de Zatopek, el mítico corredor checo de los cincuenta. Era invencible en los 5.000, 10.000 y otras pruebas de fondo. Un ídolo nacional y un personaje recio, tranquilo y sonriente. Ya retirado, apoyó un cambio político hacia una mayor libertad y fue represaliado por ello.
Me ha parecido interesante el narrador desconocido de esta crónica, que interviene continuamente con giros coloquiales y, al mismo tiempo, nos ofrece cuando conviene los propios pensamientos de Zatopek.
Es un libro ligero que me ha sabido a poco. La parte deportiva es interesante, la humana escueta y la político-sociológica casi anecdótica. No sé exactamente lo que pretendía Echenoz con este libro biográfico (una prueba de la elástica definición de “novela”) que se lee de un tirón pero que se concluye con un encogimiento de hombros y un interrogativo ¿y?
Probablemente me haya perdido alguna extraordinaria elipsis o alguna despiadada ironía (¿contra los opresivos regímenes comunistas?). En todo caso un rato agradable, y a otra cosa.
Pues a mi me encantó.. Esa misma simplicidad es la que te lleva a pensar en la importancia de la libertad. En este caso del corredor Zápotek.
Pues yo lo leí bien, me gustó, y en el club de lectura le sacamos bastante jugo.