El escritor guipuzcoano vivió en Reno con su familia de agosto de 2007 a junio de 2008. Esta estancia como visiting writer, auspiciada por el Centro de Estudios Vascos, estuvo poblada de lecturas, recuerdos, amistades, sucesos, visitas y evocaciones. La escritura de todas ellas está recogida en esta miscelánea de apuntes.
El hilo cronológico de sus anotaciones no la transforman en un diario, pues mucho de lo narrado ocurrió en otras épocas. El desierto de Nevada (caballos salvajes, viudas negras y reservas de indios), sus minas, sus casinos y sus gentes, nutren buena parte de las historias: la grabación de The Misfists (Houston, Marilyn), los combates de Uzcudun o los récords de velocidad de Fossett. Los recuerdos familiares otras tantas, como la muerte de sus padres o la del primo autista de Atxaga. El presente aporta la guerra de Irak, la aparición de Obama en el escenario político o, más localmente, la preocupación de todos los padres por la presencia en el campus de Reno de un agresor a jóvenes. A todo esto se suman el relato de un sueño, de un cuento leído en una revista o las llamadas telefónicas a su madre. Un libro poliédrico, fuera de géneros, que constituye a la vez la crónica de un viaje exterior y una indagación en la memoria.
El libro, sin ser muy destacable, es interesante para conocer cómo funciona la mente creadora de un escritor y cómo teje sus materiales, cómo mira y cómo relaciona y finalmente, lo que vemos, cómo da forma a lo que nos quiere transmitir. Se trata de un trabajo muy diferente a los libros anteriores de Axtaga. Aquí no hay fabulación y el propósito está muy tenuemente diluido, siendo quizás el más evidente mostrar cómo permanece en nosotros lo vivido en caprichosa relación con todo lo demás, propio o ajeno. De otros libros suyos reconoceremos la fuerte presencia de la familia, de su tierra vasca (sin estridencias políticas), las alusiones a la posguerra civil española, la endeble interpretación de la dimensión religiosa del hombre y, naturalmente, el brillante estilo claro y a la vez poético (como cuando describe, por ejemplo, la piedad de un niño por la muerte de King Kong, asunto que le da pie a reflexionar sobre el equilibrio entre justicia y compasión).