Hojeo ampliamente los celebérrimos Diarios de Pepys. Nació en 1633, llevó estas notas desde los 27 a los 36 años y murió en 1703. Fue funcionario exitoso y parlamentario. Las entradas estaban redactadas telegráficamente y fueron encontradas, descifradas y publicadas en 1825.
El libro tiene valor como testimonio fidedigno de primera mano de la Inglaterra del XVII. Pepys era ambicioso, capaz, trabajador, sincero y culto, y tenía arraigadas y cultivadas debilidades (vino, comida y mujeres). Anota todo lo personal y los asuntos “de Estado”: la corte, la familia real, peste, incendio de Londres, guerras con holandeses y franceses, etc.
Todo huele a vida y a verdad, de ahí su valor. Por lo demás el libro es largo, repetitivo y pesado, incluso en esta edición de Renacimiento que es una selección. A mi no me ha resultado atractivo el personaje. Interesante como documento de época, fatigoso como lectura.