¿Por qué, pues, tesoro predilecto, te ocultas tan profundamente? ¿Y dónde te encontrarán las almas sedientas? Sin duda alguna, en los libros edificaste tu deseable tabernáculo, donde te fundó el Altísimo, luz de las luces, libro de la vida. Pues allí el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abre al punto?
Ricardo de Bury (1287-1345)
Obispo de Durham y Canciller de Inglaterra
Filobiblion (1344)
Muy hermoso tratado sobre el AMOR A LOS LIBROS