Gente de Pemberley. Marie-Laure Sébire

PemberleyOrgullo y prejuicio puede ser el libro más famoso de la más famosa escritora inglesa. A falta de leer aún cuatro de las seis novelas de alguien que admiro más que amo, llega a mis manos una continuación de las vidas de los Darcy y los Bennet. Si la novela de Austen apenas abarca el arco de un año, esta se inicia en 1813, tras la boda de Elizabeth y Fitzwilliam y recorre toda su vida y las de sus tres hijos.

Superada la inevitable suspicacia inicial, lo digo ya de entrada, el libro es bastante digno. Se entra pronto en la historia porque no hay graves rupturas con lo anterior. Están logrados el tono, el lenguaje, la mirada psicológica y la temática. Esta es, como no podía ser de otra forma, el matrimonio, la familia en sentido amplio: enamoramientos, bodas, el papel de la mujer en la familia y en la sociedad, relaciones padres-hijos, muertes. Otro asunto es la vida social en el entorno rural de gente adinerada: encuentros, ocio, chismes, roces.

La pareja Darcy es interesante y también lo son sus hijos. Son todos valiosos humanamente, saben la clave del éxito en las relaciones y educan bien a sus hijos. No hay una receta para la felicidad pero no es difícil explicar dónde no está. El libro, para alérgicos a ciertos clichés de la novela victoriana, no es pasteloso, ni melodramático, ni ñoño, ni hay moralina. El lenguaje es formal, porque los ingleses lo son, y más en esa época, pero no molesta una vez puestos en situación. Me parece meritorio el esfuerzo de una persona del S. XXI por reproducir este estilo.

El Proyecto Esposa. Simsion

SIMSION_Proyecto_EsposaMuy simpática esta novela del australiano Simsion. Un profesor de genética, inepto social y muy alejado de la realidad, busca a la compañera ideal. El asunto no va de las típicas situaciones graciosas varón-mujer, como pensaba al principio, sino de las peculiaridades del modo de ser de Don. La conducta humana le confunde y sorprende continuamente,  es brutalmente sincero, no capta sarcasmos, sólo ve las intenciones aparentes. No sabe mentir. Es hipercuadriculado. Busca corroboración científica y racional de todo. Nada de emociones («la compatibilidad es una base tan viable para el matrimonio como el amor»). Como era de esperar la cosa empeora en el trato con mujeres, pues hay que sumar a todo esto las dificultades propias de la psicología diferencial. Una especie de Sheldon Cooper (el de la serie TV The Big Bang Theory) al que le gusta el vino.

El problema de estos libros es que pasados los primeros diez momentos en que te ríes, el efecto va decayendo. Lógicamente aparece una ella, Rosie, todo lo opuesto a lo que buscaba Don. Rosie busca a su padre biológico y Don le ayuda, y todo toma unos derroteros un poco de los hermanos Marx. El previsible final no ayuda a que se recupere lo que tan bien empezó. Moraleja: el amor es un potente sentimiento hacia otra persona que con frecuencia desafía la lógica.

Simsion no va a recibir un Nobel por la tesis del libro (los seres humanos somos complejos y no todo es medible ni comprobable) pero sólo por las desternillantes cincuenta primeras páginas merece la pena acercarse a su libro.

La librería ambulante. Morley

MorleyEstamos en USA, 2ª mitad del S.XX. Helen McGill compra una librería ambulante para evitar que lo haga su hermano, ya bastante “trastornado” desde que empezó a convertirse en escritor. Le tienta por otro lado dedicarse a “la diversión más celestial conocida por el hombre: vender libros”. Roger Mifflin no se va muy lejos de su caballo y de su carromato y Helen termina encontrando algo más que una celestial diversión.

Una sencilla historia de amor crepuscular más que una novela “de libros”. Positiva, simpática y, afortunadamente, breve.

Como dice Mifflin: “Cuando le vendes un libro a alguien, no solamente le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva”.