Steve Jobs (1955-2011)

Se adelanta al 24 de este mes la publicación de su biografía oficial en inglés. Un libro que leeré sin duda cuando lo traduzcan (Mondadori tiene los derechos). Recoge el fruto de más de 50 entrevistas personales a lo largo de dos años, además de numerosas conversaciones con todo su entorno.

Jobs era un hombre lleno de coraje y de pasión, capaz de ver siempre más allá que los demás y de levantarse cuando llegaron los problemas. Un líder creativo, un visionario de fuerte personalidad verdaderamente inspirado e inspirador, que ha llevado la tecnología al terreno del arte y la belleza. Con Apple todo es bonito, eficiente y fácil.

Estos días se han dicho muchas cosas sobre Jobs. Lean, por ejemplo, lo que escribe Josemaría Carabante en Aceprensa, comentando el libro El camino de Steve Jobs (2011). También les recomiendo el famoso discurso de Jobs en la ceremonia de graduación de la universidad de Stanford (USA) en 2005. Lo tienen en Youtube, en inglés con subtítulos en castellano.

En una sola vida no nos da tiempo de ver morir a muchos genios. Acaba de hacerlo uno. Descanse en paz.

Beethoven

Este año he oído bastante a Beethoven, todo lo importante, y me ha llegado más que en otros acercamientos. Me resulta difícil compaginar su música con llevar a cabo paralelamente otras actividades (como no sea conducir). Me gusta, mucho incluso.

Emil Ludwig tiene una pequeña biografía sobre él que he leído estos días. El conjunto resulta el retrato de un hombre desgraciado, de una vida dramática. Pobreza, fracasos amorosos, feo, descuidado, taciturno, indomable, irritable. Por supuesto luchador y genial. Ludwig se implica a fondo en los personajes que retrata (como Zweig) y esto no es en absoluto una cronología de hechos.

Beethoven vivía para su talento y la belleza, y todo lo demás estaba en otro plano.

Anoto una frase de una de sus cartas: «El hombre prudente basa su alegría en sus propios dolores». Me parece un buen resumen de su personalidad.

Bach


Bach es el autor clásico que más he oído en mi vida y del que más música tengo, y ya era hora de leer algo sobre él. «La pequeña ((y babeante)) crónica de Ana Magdalena Bach» cuenta la vida del magnífico compositor desde la mirada enferbecida de su segunda mujer. Pasando por alto la exagerada admiración de Ana, el libro resulta simpático e ilustrativo del carácter y valía de Bach. No se trata de una gran biografía exhaustiva y profunda, sino de los recuerdos de alguien cercano y además cultivado musicalmente. Reservado, austero, sencillo, religioso, exacto, tenaz, genial en la composición y en la ejecución, Bach es un artista y, a la vez, buen marido, buen padre, y muy querido por todos. Esto no se puede decir de muchos genios.

Coincido por completo con el juicio de Ana: «Con su música se penetra en otro mundo más alegre y sobrenatural, en el que ya no pesan las preocupaciones y pensamientos de este mundo»; o, en otro momento,»Todo el que oía su música sentía el impulso de ser bueno».