Este año he oído bastante a Beethoven, todo lo importante, y me ha llegado más que en otros acercamientos. Me resulta difícil compaginar su música con llevar a cabo paralelamente otras actividades (como no sea conducir). Me gusta, mucho incluso.
Emil Ludwig tiene una pequeña biografía sobre él que he leído estos días. El conjunto resulta el retrato de un hombre desgraciado, de una vida dramática. Pobreza, fracasos amorosos, feo, descuidado, taciturno, indomable, irritable. Por supuesto luchador y genial. Ludwig se implica a fondo en los personajes que retrata (como Zweig) y esto no es en absoluto una cronología de hechos.
Beethoven vivía para su talento y la belleza, y todo lo demás estaba en otro plano.
Anoto una frase de una de sus cartas: «El hombre prudente basa su alegría en sus propios dolores». Me parece un buen resumen de su personalidad.