La ridícula idea de no volver a verte. Rosa Montero

MONTERO_RidículaMarie Curie obtuvo dos premios Nobel, uno de Física en 1903 junto con su marido, Pierre Curie, y otro de Química, en 1911, en solitario. Descubrió y midió la radiactividad, descubrió el polonio y el radio. Una auténtica pionera. Un ser distinto. También fue la primera mujer en ser enterrada por sus propios méritos en el Panteón de Hombres Ilustres de París.

Montero se entusiasma con el personaje y escribe este libro que trata también del dolor por la muerte de su propio marido y que incluye fotos, microrrelatos y citas de otros libros.

Un libro inclasificable que se lee con agrado, pese a ciertas debilidades como, por ejemplo, las frecuentes declaraciones de feminismo simplón y descontextualizado: “hasta hace apenas un par de décadas, el mayor problema de la mujer occidental consistía en no saber vivir para su propio deseo: siempre vivía para el deseo de los demás, de los padres, de los novios, de los maridos, de los hijos, como si sus aspiraciones personales fueran secundarias, improcedentes y defectuosas”.

Con sus sombras, está claro que Marie Curie es un personaje destacable. Polaca, judía, entusiasta seguidora del positivismo de Comte, se apartaba de la religión y consagraba la ciencia como única vía para conocer la realidad y mejorar el mundo.

El libro incluye al final el breve Diario que la propia Curie escribió tras la muerte de su esposo.

La pasión de Cristo contada por Emmerick

EMMERICK_PasionDe todos los libros que narran la pasión de Cristo (específicos –de la Palma, Suárez, Ibáñez Langlois– o como parte de una vida completa –Pérez de Urbel, Papini, Fernández Carvajal, Fillion, Guardini, etc-) tengo especial inclinación al relato de Emmerick.

La religiosa alemana pasó en cama los últimos doce años de su vida (murió en 1824). Los cinco años finales dictó a Clemente Brentano las revelaciones que había tenido sobre toda la vida del Señor. Cuarenta volúmenes que se fueron publicando póstumamente, en 1833 el de la pasión.

La mística agustina, beatificada en 2004, va describiendo con gran viveza y riqueza de detalles toda la parte final de la vida de Cristo. Estilo sobrio y objetivo, comentarios mínimos y contagiosa conciencia de la importancia de cuanto estaba sucediendo. Sus páginas inspiraron la inolvidable película de Gibson de 2003.

Una lectura muy apropiada a unos días de volver a conmemorar esos misterios.

Vida de Manolo. Pla

PLA_Vida_ManoloMe desanimo con el tamaño (y el tipo de letra) de los dos volúmenes de Diarios que completan El cuaderno gris, que son a por lo que iba, y termino llevándome esta breve y original biografía. Creo que es la primera vez que leo la vida de alguien que no me interesa nada empujado sólo por el estilo del que la cuenta.

El escultor catalán Huguet pasó mucha hambre en su vida, conoció el mundillo artístico de París de principios del XX y terminó haciéndose un cierto nombre, más como tipo gracioso e insobornable que como gran artista, según he deducido.

El libro de todas formas es estupendo por la prosa de Pla, “vívida, plástica y precisa, con el don excepcional del adjetivo”, como dice Herralde en el prólogo. Sorprende que haya elegido la primera persona para dar a conocer a su biografiado, pero el resultado es bueno. Las referencias a Boswell (con Johnson) y a Eckerman (con Goethe) están en su punto de mira al concebir el libro pero el resultado es muy distinto, aunque satisfactorio.

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