Correspondencia Delibes-Sobejano

DELIBES_CorrespondenciaEste libro de la Fundación Miguel Delibes recoge la correspondencia del escritor con el crítico Gonzalo Sobejano, durante el largo periodo de 1960 a 2009. Se conocen en una estancia de Delibes en Alemania y nace una amistad que durará toda la vida, a pesar de que no se ven demasiadas veces (Sobejano vive en Estados Unidos casi toda su vida).

Me ha gustado menos de lo que me esperaba. Sitios, personas, detalles organizativos, organización de encuentros, envíos de libros y artículos, gestiones con editoriales. Hay escaso contenido literario. Lo mejor, la amistad, cómo la intimidad va creciendo entre los dos.

Me pareció más sabrosa la correspondencia entre Vergés y Delibes que sacó Destino hace unos años.

Correspondencia de Truman Capote

CAPOTE_cartasBuen complemento a la biografía de Clarke (compilador también de este extenso epistolario). Me hubiera gustado, en su día, haber leído ambas cosas al mismo tiempo.

Capote queda retratado como un escritor de gran talento, con un ego infinito, obsesivo trabajador y cotilla incorregible. La mayoría de corresponsales la forma su pandilla homosexual (otros escritores, amantes, etc), algunas amigas y varios editores. Comenta sus libros y sus relatos, con especial atención a la extenuante redacción de A sangre fría.

La edición es bastante buena. Cada periodo viene introducido por Clarke y se da cuenta breve pero suficiente de quien es quien. No se dan las respuestas de los destinatarios ni, en su caso, las cartas que originaron las de Capote. Yo hubiera abreviado un poco el volumen pues muchas misivas sólo abundan en asuntos ya tratados antes.

Cartas de Mariana Alcoforado

ALCOFORADO_CartasMariana Alcoforado (1640-1723) fue una monja portuguesa que ingresó en un convento de niña sin vocación. Fue seducida y abandonada por el marqués de Chamilly, un militar francés de paso en Beja. Un año después de la ruptura, ella sigue en el convento, Mariana le dirige estas cinco cartas, publicadas por primera vez en Francia en 1669.

Pasan por ser un monumento de la literatura epistolar amorosa. Las relee Marai en sus últimos años de vida (por esto llego a ellas). Yo no las he encontrado para tanto. Expresan bien la locura del enamoramiento, ante el que todo cede e incluyen alguna que otra lección interesante (“me érais menos querido que mi pasión”), pero no me parece suficiente el tono ardiente y apasionado para calificarlas de joya de la literatura.

Casi siempre que hay mucha historia extratextual (¿fueron realmente escritas por ella, o por Guilleragues, responsable de la edición francesa?) cabe sospechar que el libro no se sostiene mucho solo. Esto, además, sin olvidar lo insensato de la historia.

Todo hay que decirlo: esta edición granadina de las Cartas portuguesas está muy cuidada: estudio preliminar, notas, texto trilingüe (francés, portugués, castellano).