Keret. De repente llaman a la puerta

KERET_De-repente-llamanEste judío y el rumano Cartarescu son los autores más originales que he descubierto últimamente. Son algo distinto. Sorprenden.

En esta colección de relatos breves no hay dos que se parezcan. Y eso no es fácil, sobre todo cuando muchos son buenos, tienen algo. Entre otras cosas, porque son un buen número de ellos (38). Es brillante y gamberro. Se le asocia con Kafka y Woody Allen y me parecen referencias acertadas. Es breve, sencillo, irreverente. Con cierta frecuencia recurre a lo coloquial (malhablado) y a la temática sexual, y puede llegar a hacerlo de forma vulgar. Se ríe de todo y lo toca todo, casi siempre con gracia y desenfado y algunas veces con mal gusto.

Tengo también (en .mobi) una crónicas biográficas que me apetecen mucho después de leer estos relatos. Ya les contaré algo.

La ventana indiscreta. Woolrich

WOOLRICH
Tramas policiales elaboradas, suspense inquietante y relaciones pasionales. Estos ingredientes de Woolrich (o de William Irish, como firmó muchos de sus libros) suenan a producto comercial. Pero tiene calidad. Estos ocho relatos están bien.

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Chesterton y su padre Brown

BrownEsta es la primera colección de relatos de Chesterton con el padre Brown como protagonista. Tengo una complicada relación con este autor y, como me temía, leída la mitad de los doce relatos, este libro no la va a arreglar.

Una mezcla de paradoja, psicología, crítica social y misterio. Brown es un sacerdote escocés de aspecto anodino y poco distinguido buen conocedor del mal y de la condición humana. Administra secretos y reparte el perdón de Dios. La ambientación y presentación de los personajes muchas veces es mejor que el mismo caso y su resolución. Lo inglés, lo francés, los comentarios perspicaces aquí y allá de Chesterton, el hincapié en lo racional (y sentido común) de la fe cristiana, son muchas veces lo más interesante.

Suelen ser crímenes ingeniosos, muchas veces sin sangre. Aparece Brown y resuelve el rompecabezas. He tenido que esforzarme para terminar cada uno de seis relatos pero sé (y lo comprendo) que este tipo de literatura tiene su público. Para mi –de todas formas- que la narrativa no es lo suyo.