La venganza es mía, S.A.

Hace unos años leí Relatos de lo inesperado, de Roal Dahl. Recuerdo bien que probé con la boca chica a ver qué tal, pues lo tenía asociado a la literatura infantil y juvenil. Y me encantó el libro. Historias redondas, con brillantes golpes de efecto en los finales. Todas buenas. Un acierto total. He recomendado mucho este libro como ejemplo de literatura entretenida de calidad.

Ahora saco de la biblioteca pública La venganza es mía, S.A., otra colección de historias. Y nada que ver. La primera, que da título al libro es una buena idea pero con un final flojo, poco trabajado. Las demás, que van hilvanando los mismos personajes, son unas peripecias con poco interés de un tipo de que elimina ratas, otro que tiene un galgo de carreras y otros personajes un tanto absurdos. No me ha cogido en ningún momento. Un chasco. Son historietas tontorronas poco trabajadas, sin pizca de inspiración y con escaso atractivo.

Munro

Alice Munro es una canadiense que forma parte del restringido grupo de escritores vivos admirados públicamente por otros escritores. Esto es una concesión que no es fácil para el ego de este tipo de artistas.

He leído por primera vez algo suyo, un conjunto de relatos titulado Secretos a voces. Ocho historias rurales de unas cuarenta páginas cada una. Son piezas intensas y muy bien escritas. Algunas me han cogido y otras no. El tema común es las relaciones amorosas. Casi todas salen regular y es frecuente en los personajes una sensualidad poco gobernada.

Tiene una manera de escribir elegante, clásica, sobria, sin extravangacia ni experimentaciones. Hay poco suspense en los relatos y no está especialmente interesada en los finales. De hecho, son bastante ambiguos. Para tan pocas páginas, choca que incluya pasajes descriptivos o digresiones que aparentemente aportan poco; incluso que mezcle varias historias como si le sobraran las páginas.

No me ha parecido algo extraordinario pero veo calidad y no me importaría leer algo más suyo.

Microrrelatos

Diego Palacios acaba de publicar un libro de microrrelatos. Según el autor, «muy pequeño, muy fácil y rápido de leer».

No lo he leído, pero aquí les dejo una muestra.

Anónimos

Siempre nos ha pasado. Incluso antes de nacer yo. Y no sé el motivo, ya que ni somos famosos, ni ricos ni políticos. Tampoco creamos opinión ni tenemos ninguna clase de influencia sobre nada ni nadie. El caso es que siempre hemos recibido notas anónimas. Muy variadas. Desde el “os vamos a matar” pasando por el “estáis muertos” hasta el socorrido “os estamos vigilando” y el famoso “cuidado con lo que hacéis”. Llevábamos tanto tiempo que nos habíamos acostumbrado y acabamos ignorándolos. Hasta que hace poco recibimos una nota inusual: “Lamentamos el error”. A partir de entonces cesaron los anónimos. Días después, toda la familia del 4ª A, nuestros vecinos de abajo, fue degollada. Hoy, cuando hace ya dos años de la sangrienta tragedia, se nos ha helado la sangre al recibir otra nota anónima.