Ramón Eder es navarro, estudió filosofía y escribe aforismos. Publicó una colección de ellos en 2001, otra en 2007 y ésta de Renacimiento en 2012, que incluye también las dos anteriores. Opera casi omnia contenida en poco más de cien páginas y de quinientas frases. Pero el talento ya saben que no se mide por metros de estantería. (A propósito de esto, dicho sea de paso, Baroja, Dumas o incluso Vázquez Figueroa, tienen más que el que se les reconoce habitualmente).
Desde luego de Eder no puede decirse que sea un escritor descuidado. Su tema es el hombre, los mecanismos de la conducta, y su mirada es irónica y humorística. Sencillo y claro, sin grandilocuencia ni solemnidades. Más cerca de Lec que de los moralistas franceses.

