Middlemarch

He empezado a leer una novela seria. Middlemarch, de Eliot. Voy por la mitad. Tres historias matrimoniales y todo el mundo de los sentimientos (sobre todo femeninos) por explorar.

Me está gustando mucho pero es larga, 1.200 págs en la edición de bolsillo que manejo (de Alba). Ya la comentaré más cuando acabe pero adelanto que vale la pena.

Dice todo muy bien y entra a fondo en la psicología de los personajes. En casi cada página hay cosas interesantes. Lo malo de leer estos libros es que luego ves pocas cosas a la misma altura. Y eso me viene mal: ya lo dije hace unos días, no pretendo ser negativo ni cáustico en mis comentarios.

A la caza del amor (1945)

Nancy Mitford (1904-1973) (en la foto, a la derecha, con sus célebres hermanas).

Lo principal del libro es el tono. O te gusta o no. O te caen bien los personajes o no hay nada que hacer. Mitford cuenta con humor, con inteligencia, es moderadamente mordaz cuando es necesario y mira la vida con el distanciamiento y superioridad propios de las clases altas.

Fanny cuenta la historia de los Radlett, de sus tíos y sus seis primos. Se fija sobre todo en los amores, tres, de Linda, la más guapa y romántica de sus primas.

Los Radlett pertenecen a la haute société de la campiña inglesa. Si voda es superficial, absorvente, satisfactoria. nada de colegios, basta aprender en casa a montar a caballo y cazar, francés y algo de música. Son extravagantes, divertidos, refinados y exquisitos. No soportan el aburrimiento, ni a los extranjeros (son instintiva e irracionalmente ingleses). Y jamás hablan de dinero.

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Connolly atormentado

666 es el número que tiene en la colección de Tusquets el nuevo libro de Connolly, sexto de la serie Charlie Parker. Los muertos siguen sin dejar en paz a Parker, los de su propia familia y los demás. Tampoco se lleva muy bien con los vivos. Es un hombre de acción que sigue sus propios métodos y a quien cuesta tener la boca cerrada.

Esta vez los malos terroríficos (El Coleccionista y Frank Merrick) no son tan malos y son los buenos quienes esconden secretos inconfesables. El libro no es tan bueno como los primeros aunque sigue estando a un nivel bastante por encima de la media en este género. Creo que Connolly está un poco pasado de rosca metafísica en sus tormentos fantasmagóricos y sus venganzas y también sobran algunas acotaciones históricas, descripciones de lugares y digresiones que ralentizan la historia.

El libro resulta escalofriante como los anteriores pero ahora más por el tema (abuso de menores) que por el paranoico de turno. Connolly sigue mostrando las caras del mal, convencido de que la capacidad del hombre para provocarlo no tiene límites.

Les aviso, como empiecen con Connolly no podrán dejarlo.