Morais. Un viaje de diez metros

MORAIS_viaje_diez_metrosLa recomendación de Aceprensa me llevó a esta novela, aún sabiendo que no me gustan especialmente los libros sobre comida. Y tampoco los libros sobre la India. Pero como  casi todo pasa en Francia, que me tira, me animé.

Es la historia de cómo Hassan Haji pasó a convertirse en uno de los grandes chef de Francia y llegó a conseguir tres estrellas Michelin. Con talento y trabajo superó los desgarramientos del exilio y el océano cultural que lo excluía de la elitista haute cuisine.

La historia es simpática y hay amor, arte, relaciones familiares, amistad y, por supuesto, mucha comida por todas partes.

Entretenida y sin el rollo sentimentalón de Masterchef.

 

La bestia se acerca. Millar

MILLAR_bestia_se_acercaRoss McDonald, tercero en discordia en el olimpo de la novela negra, escribió después de que ya lo hiciera con éxito su mujer. De Margaret Millar se destacan sobre todo dos novelas, La bestia se acerca y Más allá hay monstruos, y acabo de leer la primera de ellas.

Helen Clarvoe es rica, excéntrica, solitaria, tiene 30 años y una mala relación general con los demás. Vive en una habitación de hotel. Evelyn Merrick, su antagonista, la aterroriza por teléfono y manipula a continuación a otras personas. Todo apunta a una personalidad desdoblada en Evelyn. Los hechos y las muertes se van sucediendo hasta un desenlace final con sorpresa.

El libro me ha parecido discreto aunque con cierto valor, más cercano a la intriga psicológica que a la novela negra. Sorprende el uso, por estos lares, de un recurso tan literario como es el estilo indirecto libre para hacernos saber los pensamientos del personaje. El planteamiento de la historia es interesante, pero luego se estanca un poco y termina, para mi gusto, algo abruptamente. Hay un personaje bastante bueno, Blackshear, el abogado amigo de la familia de Helen,  y algunos diálogos jugosos.

Claramente ella fue primero pero su marido juega en otra división.

El turista accidental. Tyler

TYLER_Turista_accidentalMacon y Sarah llevan veinte años casados y son muy distintos. El es productivo, sistemático y ordenado y ella justo lo contrario. Lo peor es que han perdido a su único hijo. Se separan y él se va a vivir con sus hermanos, que también han naufragado en sus matrimonios. Empieza una relación con Mabel, una adiestradora de perros.

Estaba totalmente confundido con el tipo de libros que hacía Tyler, y me alegro de haber salido de mi error. Es una novela seria, que abunda en lo psicológico, con acción mínima y un profundo estudio de los personajes, con diálogos muy buenos.

Una aproximación a qué es el matrimonio, a la importancia de los detalles y de saber disfrutar de lo corriente. Por desgracia la lealtad es presentada, de hecho, como una especie de utopía infantil, aún cuando casi todos hubieran deseado alcanzarla. La familia aparece como un eje sólido sobre el que construir la vida pero, por una cosa u otra, ninguno logra mantenerla unida más allá de los lazos de la sangre.

Tyler tiene una curiosa forma de mirar. Contar qué pasa en el libro no da para mucho, basta apenas explicar las coordenadas que he señalado en el primer párrafo, pero la lectura de la novela es interesante casi en todo momento: conseguir este efecto, aparentemente contradictorio, es prueba de talento.