Tropas del espacio

Hace tiempo que no visitaba papelenblanco.com. Siempre hay cosas interesantes en este blog. Selecciono para ustedes algunos post: ¿Qué libro leo?: una comunidad Web 2.0 que busca que los lectores se encuentren y compartan ideas acerca de los libros que han estado leyendo. Libros para empezar a escribir.

Tropas del Espacio: un clásico de la ciencia-ficción del siglo XX. Escrito por el estadounidense Robert A. Heinlein.

Esta novela de Heinlein la leí en los lejanos tiempos de la universidad y me gustó mucho. Además lo hice en la infame edición que aparece en la fotografía. He leído poca ciencia ficción en mi vida pero este es uno de los mejores. Me ha gustado recordarlo.

Zuckerman renovado

 

El escritor Nathan Zuckerman tiene ya setenta años y lleva más de diez apartado del mundo, escribiendo y pensando en su cabaña del campo. Vive lejos de todo lo que no puede soportar y es incapaz de alterar. Sólo regresa por unos días a Nueva York para una intervención médica que puede mejorar su maltrecho estado físico. Tres personajes se cruzan con él y hacen tambalear su sólido deseo de apartamiento: Amy Bellette, la que acompañara en sus últimos cuatro años a su admirado escritor Lonoff; Jaime, una escritora treintañera que despierta en él deseos que creía olvidados para siempre; y Kliman, joven impetuoso y seguro de sí mismo que pretende escribir la biografía de Lonoff. Entre los tres provocan un intenso empeño de “renovación” en el escritor.

Así empieza la reseña que he preparado para Aceprensa.El libro está bastante bien, sin llegar al nivel de sus mejores novelas. Roth sigue dando vueltas a sus preocupaciones: el sexo, la política, la escritura y el judaísmo. A estos temas cardinales se añade últimamente la vejez y la decrepitud (Patrimonio, El animal moribundo, Elegía). Roth tiene una alta consideración de la literatura y siempre escribe para reflexionar, esta vez sobre la supuesta quimera de la concordia humana, sobre si la defensa del arte puede poner en peligro la dignidad de vida, el alcance que debe otorgarse a los poderes públicos, el papel de los instintos o el final de la vida. ¿Será la despedida de Zuckerman, alter ego de Roth en edad, oficio y origen? En las reseñas que les dejé pueden leer a Rodrigo Fresán analizando muy bien las relaciones Roth/Zuckerman en los nueve libros donde este aparece y a Juan Manuel de Prada, desde su admiración rendida, avisando sobre las debilidades de los últimos libros de Roth.

Hemingway aconseja a escritores

• Escribe frases breves. Comienza siempre con una oración corta. Utiliza un inglés vigoroso. Sé positivo, no negativo.
• La jerga que adoptes debe ser reciente, de lo contrario no sirve.
• Evita el uso de adjetivos, especialmente los extravagantes como «espléndido, grande, magnífico, suntuoso».
• Nadie que tenga un cierto ingenio, que sienta y escriba con sinceridad acerca de las cosas que desea decir, puede escribir mal si se atiene a estas reglas.
• Para escribir me retrotraigo a la antigua desolación del cuarto de hotel en el que empecé a escribir. Dile a todo el mundo que vives en un hotel y hospédate en otro. Cuando te localicen, múdate al campo. Cuando te localicen en el campo, múdate a otra parte. Trabaja todo el día hasta que estés tan agotado que todo el ejercicio que puedas enfrentar sea leer los diarios. Entonces come, juega tenis, nada, o realiza alguna labor que te atonte sólo para mantener tu intestino en movimiento, y al día siguiente vuelve a escribir.
• Los escritores deberían trabajar solos. Deberían verse sólo una vez terminadas sus obras, y aun entonces, no con demasiada frecuencia. Si no, se vuelven como los escritores de Nueva York. Como lombrices de tierra dentro de una botella, tratando de nutrirse a partir del contacto entre ellos y de la botella. A veces la botella tiene forma artística, a veces económica, a veces económico-religiosa. Pero una vez que están en la botella, se quedan allí. Se sienten solos afuera de la botella. No quieren sentirse solos. Les da miedo estar solos en sus creencias…
• A veces, cuando me resulta difícil escribir, leo mis propios libros para levantarme el ánimo, y después recuerdo que siempre me resultó difícil y a veces casi imposible escribirlos.
• Un escritor, si sirve para algo, no describe. Inventa o construye a partir del conocimiento personal o impersonal.

[Fuente: Ciudad Seva]