Siguiendo la recomendación de Pilu en esta entrada, he buscado el primer libro del comisario Ricciardi, y me ha gustado. Lo mejor es el personaje, aunque el caso también está bien. Años 30, Nápoles, fascismo italiano. Ricciardi ve a los muertos y tiene acceso a sus últimas palabras antes de morir. Está es la ambientación y la premisa. A partir de ahí De Giovanni construye un personaje algo misterioso y de fuerte personalidad (gomina y tupé hacia atrás, ojos verdes casi transparentes, complejo, atormentado, taciturno, solitario, que casi nunca sonríe) y alta competencia. A su lado el colaborador genial y por encima el jefe inútil. Es rico, no tiene amigos y ama sin esperanza a una mujer. Es impenetrable, febril, extravagante y nunca lleva armas. Una ciudad con zonas muy pobres donde impera la ley del silencio, unos políticos que quieren que nada malo ocurra en su régimen (independientemente de lo que pase en la realidad) y un policía vocacional con las ideas muy claras: el hambre y el amor están detrás de todas las infamias. Policía científica versus sensaciones.
Categoría: Italiano
Lectura insuficientemente feliz
Es el típico libro que me atrae mucho de entrada, estilo diario, breve, divertido, íntimo e inteligente. Luego me hago con él y no es tan así. El autor recoge mil momentos aparentemente sin importancia pero que a él le producen algún tipo de satisfacción. Algunas situaciones son simpáticas, reconocibles o, al menos, bien contadas. Otras son más barrocas o complejas, e intervienen aspectos más profundos de la persona que las colocan fuera del contexto general del libro, que parece haber sido un bombazo en Italia.
El sentirnos concernidos y, como consecuencia, la alegría del reconocimiento, es lo más atractivo en algunas fases del libro. Piccolo cataloga lo cotidiano, algo lleno de tics, costumbres y/o manías de las que no podemos liberarnos.
Es breve. Leí de una sentada la primera mitad, lo interrumpí y , al cabo de unos días ya no fui capaz de centrarme con la segunda, que terminé por derribo.
Para que se hagan una idea, un ejemplo de esos «Momentos»:
Cuando ves que un amigo ha recuperado en poco tiempo los kilos que perdió tras una dieta severísima que estuviste tentado de seguir.
Pavese. El oficio de amargarse
Cesare Pavese, El oficio de vivir (1952).
Pavese (1908-1950) se suicidó con 42 años. En 1952 se publicaron estos diarios que cubren los quince últimos años de su vida. Pensamientos, ideas sobre la literatura, citas, comentarios a sus lecturas y reflexiones íntimas. Autoanálisis denigratorio y visión desgarrada de la vida. Gran complejidad mental y cultural.
Fatalismo, desintegración moral. Pesimista, culto y sensible. Demasiado autoconsciente para mi gusto y básicamente a la deriva. Hiperpresencias: sexo, sufrimiento, suicidio, ataques a la mujer (en particular y en general), conciencia y pecado.
Desisto a la mitad un poco aburrido y lo acabo picoteando en diagonal.
Un auténtico cenizo.