A vivir…que son dos libros

Leí ayer este artículo en ABC. Habla de un plan sobre la lista de libros que “hay que leer”. No lo conozco, como tampoco otro que he visto estas navidades en las librerías y que se llama algo así como “1001 libros que hay que leer antes de morir”.Sí he leído en cambio y son interesantes, a este respecto:

La Cultura. Todo lo que hay que saber. Dietrich SCHWANITZ, 1999.
Libros. Todo lo que hay que leer. Christiane ZSCHIRNT, 2002.
Cómo leer un libro. Mortimer J. ADLER, 1940.

Todos estos intentos de listas orientativas son interesantes. Suelen estar escorados hacía algún género o lengua (anglosajona en particular), o tienen poco en cuenta algunas literaturas (la castellana, con frecuencia) o épocas (el S. XX, también con frecuencia). A pesar de todo, conviene saber los títulos en los que coinciden todos. Tampoco son tantos los libros que absolutamente merecen la pena ser leídos, y por eso es útil tener un plan (entre otras cosas, para poder saltárselo cuando apetezca).

El tesoro de la lectura

¿Por qué, pues, tesoro predilecto, te ocultas tan profundamente? ¿Y dónde te encontrarán las almas sedientas? Sin duda alguna, en los libros edificaste tu deseable tabernáculo, donde te fundó el Altísimo, luz de las luces, libro de la vida. Pues allí el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abre al punto?

Ricardo de Bury (1287-1345)
Obispo de Durham y Canciller de Inglaterra
Filobiblion
(1344)
Muy hermoso tratado sobre el AMOR A LOS LIBROS

Un clásico

Un «clásico» de la literatura, de la música, de las artes, de la filosofía es para mí una forma significante que nos «lee». Es ella quien nos lee, más de lo que nosotros la leemos, escuchamos o percibimos. No existe nada de paradójico, y mucho menos de místico, en esta definición. El clásico nos interroga cada vez que lo abordamos. Desafía nuestros recursos de conciencia e intelecto, de mente y de cuerpo (gran parte de la respuesta primaria de tipo estético, e incluso intelectual, es corporal). El clásico nos preguntará ¿has comprendido?, ¿has re-imaginado con seriedad?, ¿estás preparado para abordar las cuestiones, las potencialidades del ser transformado y enriquecido que he planteado?

George Steiner, Errata