Deghelt. La lectora de Jade

jadeEsta novela francesa tiene cosas interesantes, como la visión positiva de la vida cuando ya se tienen muchos años y se es menos «util» y el amor a la lectura, pero atrapa poco, es sentimentalona y cuando llevas cien páginas sientes aún poco interés por los personajes. Entonces notas con claridad que esto no está funcionando y te preguntas razonablemente para qué seguir.

Las ideas que quiere transmitir la autora se entremeten de forma postiza en los diálogos de los personajes restándoles naturalidad. La lectura como independencia, como vehículo de libertad, como una segunda vida paralela que de ningún modo se quiere dejar una vez iniciada.

Les digo de qué va por si, a pesar de todo, alguien se anima: Jade (periodista free-lance) se lleva a su abuela a vivir a París para que sus tías no la ingresen en una residencia. Conocerá el pasado de lectora secreta de su abuela, una persona buena que siempre encuentra un motivo para excusar el egoísmo de los demás, y ésta le ayudará en la novela que está escribiendo.

Olafsdottir o la dificultad de repetir éxito

Rosa cándida fue una refrescante sorpresa del 2011, a pesar de no contener ningún elemento especialmente original. Olafsdottir gustó a todo el mundo con esa encantadora y delicada historia de amor. Por eso se la esperaba, y por eso el trabajo que nos llega ahora es insuficiente, sin altura. No es malo, pero sí claramente inferior.

Una mujer recién divorciada emprende un viaje por Islandia acompañada del hijo pequeño de una amiga. Una vidente le anuncia amores (tres) y que uno de ellos será definitivo. Ella está empeñada en eludir el rol de la maternidad. Ni los personajes, ni la historia, ni el tono ni el mensaje están al nivel de los de Rosa candida. La mujer es una isla no es positiva, es vulgar, es lo de siempre, y ni siquiera entretiene.

Decepción.

La bestia se acerca. Millar

MILLAR_bestia_se_acercaRoss McDonald, tercero en discordia en el olimpo de la novela negra, escribió después de que ya lo hiciera con éxito su mujer. De Margaret Millar se destacan sobre todo dos novelas, La bestia se acerca y Más allá hay monstruos, y acabo de leer la primera de ellas.

Helen Clarvoe es rica, excéntrica, solitaria, tiene 30 años y una mala relación general con los demás. Vive en una habitación de hotel. Evelyn Merrick, su antagonista, la aterroriza por teléfono y manipula a continuación a otras personas. Todo apunta a una personalidad desdoblada en Evelyn. Los hechos y las muertes se van sucediendo hasta un desenlace final con sorpresa.

El libro me ha parecido discreto aunque con cierto valor, más cercano a la intriga psicológica que a la novela negra. Sorprende el uso, por estos lares, de un recurso tan literario como es el estilo indirecto libre para hacernos saber los pensamientos del personaje. El planteamiento de la historia es interesante, pero luego se estanca un poco y termina, para mi gusto, algo abruptamente. Hay un personaje bastante bueno, Blackshear, el abogado amigo de la familia de Helen,  y algunos diálogos jugosos.

Claramente ella fue primero pero su marido juega en otra división.