El asedio

Desde el 92, con La reina del sur, Pérez-Reverte se ha vuelto aburrido. Esta crisis se consolida. Se ha zambullido en la novela histórica ladrillo, llena de datos y tecnicismos (Trafalgar, Un día de cólera, El asedio) y se ha olvidado de lo que mejor sabe hacer, contar buenas historias entretenidas. Salvo los dos últimos Alatristes, que están bien, (de El pintor de batallas mejor ni hablamos), sus últimas ficciones históricas son pesadísimas.

Esta última del asedio es el remate: cientos de líneas sobre balística y artillería, comercio, barcos, fauna y flora, taxidermia, tipos de trajes, calles de Cádiz. Un tostón. Pérez-Reverte es un profesional y no da una puntada sin hilo, pero no buscamos eso en sus novelas, al menos yo. La historia de amor no es tan de amor, ni la policiaca tampoco (la explicación pseudo-científica de los vórtices es estrafalaria y soporífera). La de espías un poco mejor. Y todo muy largo, larguísimo. Hay dispersión, falta un verdadero personaje central.

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Bartlett

Ritos de muerte. A raíz del artículo que preparé a principios de año sobre novela negra, sigo poco a poco rellenado lagunas. Ha sido el turno de Alicia Giménez Bartlett, que lleva varias novelas protagonizadas por la inspectora Petra Delicado (Barcelona). En la primera presenta a su personaje, y a su ayudante (que no sé si sigue en las siguientes), enfrentados a un feo caso de violador reincidente. Ella es una intelectual con poca experiencia de calle y él un poli casi jubilado. Lo mejor del libro es la relación entre ambos.

«La vida es tan fea…» dice casi al final Petra. El fondo de la historia es tan negro como los hechos que se cuentan. Petra tiene en contra a sus dos ex-maridos, a los delincuentes, a las víctimas y a sus familias, a sus jefes, a algún compañero, a los periodistas; además debe vencer la hostilidad hacia una mujer en un trabajo de hombre. Una carrera de obstáculos.

No está mal la novela, aunque un poco vista toda la cuestión de lucha de sexos y muy endeble la interpretación social del delito. Está escrita correctamente y con un perfil no excesivamente duro.

Wagenstein

Ejemplo de libro que está bien pero que no me ha gustado. Ni el modo de contar las cosas ni los personajes me han atrapado.

Segunda novela (2002) del cineasta Wagenstein (1922), otra historia de judíos centroeuropeos.

Un simposio devuelve al profesor Cohen a su Plóvdiv natal, en Bulgaria, tras haber perdido hace unos años a su mujer e hija en un atentado terrorista en Israel. Su estancia vuelve a conectarle con su pasado remoto, sus antecesores sefardíes que dejaron Toledo en 1492, y con el de su infancia, representada por la presencia de sus abuelos. Su ciudad acogía una rica mezcla de etnias y religiones en un status quo que alteró sensiblemente la llegada del comunismo. Wagenstein va alternando los recuerdos del pasado con los reclamos del presente, el reencuentro con Anixa, el amor de juventud de Cohen, y la pugna que mantiene con el insistente abogado que quiere hacerse con unos terrenos heredados por Cohen.

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