Diarios de Baudelaire

Estos dos textos juntos, Diaríos íntimos (que incluye Cohetes y Mi corazón al desnudo) y Consejos a los jóvenes escritores, forman juntos un fino librito que, sin embargo, vale la pena.

Habla de Dios y de la plegaria, del amor, de la vida y el fracaso, del dandismo y del trabajo. Es provocador pero dice algunas cosas verdaderas.

Las más interesantes, las de tipo literario:

La inspiración viene siempre que el hombre lo quiere, pero no se marcha cuando él lo desea.

No soy partidario de la tachadura; emborrona el espejo del pensamiento.

Sé siempre poeta, hasta en prosa.

De noche, bajo el puente de piedra. Perutz

Jakob Meisl, estudiante de medicina, cuenta estas historias, quince relatos relacionados entre sí.  Varios personajes judíos en la Praga del XVI, el emperador Rodolfo II, el rico Mordejai, su bella esposa Esther y el rabino Loew entre ellos. Parece ser el libro más célebre del escritor checo, famoso por algunas de sus novelas históricas. Mezcla lo real y lo fantástico, hay ironía y varios oblicuos acercamientos a un mismo hecho. Un libro de calidad, aunque a mi se me ha hecho pesado.

Puertas de fuego. Las Termópilas según Pressfield

He releído la mejor novela que conozco sobre las Termópilas, la de Pressfield. Los detalles históricos y el marco se pueden completar con el estupendo libro de Holland (Fuego persa) y luego darle un poco de color con el cómic de Frank Miller y con la peli de Snyder (inferior al cómic), ambos de nombre 300.

Para quien no sepa nada de los espartanos, se encontrarán con unos tipos como no ha habido otros, ni antes ni después. Y esta es la mejor novela del americano, hasta la fecha. Entraría en cualquier lista absoluta que hiciera de novelas históricas, hablen del periodo que hablen.

El grupo sobre el individuo, la palabra rendición no existe, la guerra como profesión, el honor y el control del miedo. En el desfiladero de las Puertas Calientes se conserva una sencilla piedra sin adornos con unas palabras del poeta Simónides grabadas en ella. Sus versos constituyen quizá el más famoso de los epitafios guerreros:

Ve a decirles a los espartanos, extranjero que pasas por aquí, que, obedientes a sus leyes, aquí yacemos.