Una página de buena prosa (según Cheever)

El 27 de abril de 1982, Cheever recibe la National Medal for Literature (y la cantidad de 15.000 dólares) en el Carnegie Hall de Nueva York. William Styron fue el encargado de presentarlo y, al ver Cheever las páginas que el autor de La decisión de Sofia tenía preparadas, le dijo: «¿Vas a leer todo eso? Ah, Bill, limítate a decir que soy muy bajito.» Sobre el escenario, mientras Cheever, entre avergonzado y conmovido se tapaba los oídos, Styron comparó al escritor con Hawthorne y con Chéjovy con Mozart.

Cuando llegó el turno de Cheever, el público se conmovió ante su aspecto enfermizo. Estaba calvo por el tratamiento contra el cáncer y se apoyaba en un bastón; pero su voz era fuerte y joven:

«Una página de buena prosa es aquella donde uno puede oír la lluvia. Una página de buena prosa es aquella donde escuchamos el rugido de una batalla. Una página de buena prosa tiene el poder de hacernos reír. Una página de buena prosa me parece a mí el diálogo más serio que pueden llegar a tener las personas bien informadas e inteligentes a la hora de mantener ardiendo pacíficamente los fuegos de este planeta.» Y concluyó con la definición de literatura, su favorita, que alguna vez propuso Jean Cocteau: «La literatura es una forma de la memoria que no recordamos».

[tomado de una nota de Rodrigo Fresán en los Diarios de Cheever]

Escribir correctamente

Digresión. No disgresión.

Diskette. Mejor disquete o disco.

Donde, dónde. Sin acento es adverbio relativo o conjunción: «el dinero. estaba donde lo dejaste». Acentuado es adverbio interrogativo: «¿dónde está el perro?».

Disparar sobre. En español debe decirse disparar a o disparar contra. La construcción disparar sobre es un galicismo.

De que. Por miedo al «dequeísmo», a menudo se suprime erróneamente la preposición de: «el Portavoz informó que. . . ». Lo correcto es «informó de que. . . ». Lo mismo sucede con verbos como alegrarse, acordarse, olvidarse, estar seguro, tener duda. …

[Fuente: orden y reelaboración propia a partir del Libro de estilo de ABC]

Pepita Jiménez

Aprovechando unos viajes, que la tenía en la pda y que el formato epistolar del libro se prestaba a la lectura fraccionada, he releído Pepita Jiménez, una novela que leí en mi juventud y de la que guardaba buen recuerdo.

La historia es conocida. D. Luis ha sido educado con su tío, ha seguido los impulsos de una vocación religiosa y está a punto de ser ordenado sacerdote. Antes, pasa unos días con su padre en el pueblo y frecuenta en tertulias a una viudida que, a su vez, es cortejada por su padre.

Valera está encasillado entre los novelistas españoles de tesis del XIX. Aguanta con dificultad ser leído en el S.XXI, por el tono moralizador tan explícito y por un estilo algo anquilosado y arcaizante. Me ha gustado menos que la primera vez aunque sigo pensando que es un libro interesante.

Continuar leyendo «Pepita Jiménez»