Más palabras

Barajar. El significado de este verbo exige un complemento plural: no se puede barajar una posibilidad.

Bianual, bienal. Bianual significa algo que se produce o repite dos veces al año. Bienal es lo que sucede cada dos años.

Bilateral. Significa «relativo a las dos partes» y no «mutuo». Es redundante escribir «relaciones bilaterales hispanofrancesas». Serían bilaterales las relaciones de España y Francia con Marruecos.

Carioca. No es equivalente a brasileño. Carioca es el gentilicio de la ciudad de Río de Janeiro.

Carnet. La Academia ha aceptado carné. Plural carnés.

Novelas gráficas

Si algún día hago el test Proust, en «hecho histórico que prefiero» seguramente escriba el paso de las Termópilas. Andaba yo emocionado con la novela de Pressfield, Puertas de fuego, cuando vino a continuación la peli sobre 300, el cómic de Miller. Una cosa lleva a otra, y curioseando en internet sobre «las mejores novelas gráficas», encontré esta lista:

The Preacher: Gone to Texas, de Garth Ennis (1996)
Identity Crisis, de Brad Meltzer (2004)
Transmetropolitan: Back on the Streets, de Warren Ellis (1998)
Maus, de Art Spiegelman (1973/1991)
Viaje al corazón de la tormenta, de Will Eisner (1991)
La balada del mar salado, de Hugo Pratt (1977)
The Sandman: Estación de nieblas, de Neil Gaiman (1992)
Jimmy Corrigan: The Smart Kid in the Earth, de Chris Ware (2000)
El Eternauta, de Héctor G. Oesterheld (1957)
Bone, de Jeff Smith (2004)
Ghost World, de Daniel Clowes (1993)
300, de Frank Miller (1999)
From Hell, de Alan Moore (1999)
Watchmen, de Alan Moore (1985)
Batman. El regreso del señor de la noche, de Frank Miller (1985)

Sólo he leído Maus, Watchmen y 300 y, para ser sincero, ninguna me ha entusiasmado. Ni tampoco la película 300. Menos mal que siempre nos quedan los libros. Lean Puertas de fuego.

Ellroy

Actualización 10.III.14

Estos son los libros de Ellroy. Sólo hago estos cuadros cuando un autor me interesa y, en principio, puede que busque todos sus libros.En este caso he leído pocos porque Ellroy es excesivamente brutal. Quizás el que más dentro del policiaco negro. Maneja muy bien los ambientes y los diálogos, y sus historias entrelazan decenas de ramificaciones. Controla bien todo y es capaz de mantenerte atento y sin respiro durante 700 págs. el problema es el mal sabor de boca que deja siempre. Si el mundo en un diez por ciento de lo que pinta Ellroy, te entran ganas de bajarte. Afortunadamente, no es así.