Gaudé reflexiona sobre el fenómeno de la inmigración. Una novela pegada a su tiempo y oportuna. Es claramente más floja que El sol de los Scorta y que El legado del rey Tsongor. Gaudé se ha cansado del tono épico y lleno de sugerencias de sus dos anteriores libros y pasa a poner los pies en el suelo con un estilo directo y plano para tratar un tema de todos los telediarios. El libro se deja leer aunque en ningún momento atrapa. Hay cosas positivas (amistad, solidaridad) y crudeza en los planteamientos. Dos historias entrecruzadas unidas al final un poco por los pelos.
Con los tres libros de Gaudé que he leído he pensado lo mismo: es un escritor interesante pero se queda a mitad de camino, no termina el golpe. Si, a pesar de todo, sienten curiosidad, decídanse por la historia de los Scorta (premio Goncourt 2004).