Llego sin mucha información previa a esta novela de Houellebecq y me decepciona por completo. Michel es un funcionario cuarentón apático al que se le muere su padre. Viaja a Tailandia enfocado hacia el turismo sexual. Conoce a una alta empleada de la propia empresa de turismo, se lía con ella y orquestan juntos un paquete de ocio para practicar sexo sin cortapisas. El número de encuentros sexuales contenidos y el nivel de las descripciones permiten catalogar a esta novela, directamente, de pornográfica.
Lo que hay en medio de todo eso tiene a veces cierto interés, porque el francés es descarado, lúcido y aprieta donde le duele al estado del bienestar. Su enfoque del avance islámico es inquietante. La resolución del asunto es bastante sorprendente y lograda. Todas estas cosas no impiden que el libro sea sobre todo una bazofia.