Se está reeditando entera en España la meritoria y no muy extensa obra del periodista y escritor mexicano (1928-1983), caracterizada por un hondo sentido crítico acompañado de buen humor y de un estilo impecable y cuidado. Maten al león, de 1969, fue su segunda novela, y bebe de la fértil tradición de las “novelas de tirano”, casi un subgénero en sí misma, especialmente dentro de la narrativa latinoamericana.
En 1926, en la isla caribeña de Arepa, el Presidente Belaunzarán cumple los cuatro mandatos consecutivos que le permite la ley. Naturalmente no tiene intención alguna de dejar el poder y está dispuesto a todo para seguir al frente, habida cuenta, además, de la débil oposición de sus contrincantes políticos, el partido moderado. La legalidad y la policía son una pantomima en Arepa y todos aceptan el status quo porque, antes que la dignidad, están la vida y la hacienda. Cada declaración de intenciones es sólo una representación y cada personaje resulta más ridículo y patético que el anterior. Belaunzarán está rodeado de adulación, miedo, egoísmos y cobardías. Arepa está poblada de pigmeos morales minimizados más aún por el sarcasmo de Ibargüengoitia.