Me pasa con frecuencia en las relecturas. El milagro no siempre se repite, o al menos no con la misma intensidad que en mi recuerdo. He releído en un impulso, ni idea de por qué (me gusta seguir esas llamadas), las historias de Mowgli contenidas en El libro de la selva, y me han gustado mucho menos que en otra época. Me ha parecido esta vez un libro totalmente para adultos (pese a que los animales hablen y el protagonista sea un niño), algo muy alejado de la versión Disney de la historia. El clima es de sangre, de violencia, de supervivencia, de odios, de profundas crisis interiores. Junto a eso, valores positivos como la amistad, la lealtad y el valor de la palabra dada. Mowgli es un ser duro, loco por la caza, desgarrado al saberse el rey allí y, al mismo tiempo, alguien fuera de sitio. Es ingenioso y fuerte, todos los animales terminan bajando la mirada ante él. Al mismo tiempo sufre.
De las ocho historias (que terminan cuando vuelve con los hombres a los 17 años) mi favorita es la de los perros rojos, de ritmo y tensión estupendos.
En fin, pónganles a sus hijos los DVD de Disney e intenten que lean el libro mejor más creciditos. Lo entenderán más.